La numerología política

Siempre ha sido curioso la capacidad de muchos políticos para adaptar sus deseos a la realidad

Siempre ha sido curioso la capacidad de muchos políticos para tratar de adaptar sus deseos a la realidad. Para ello recurren habitualmente al uso de las macrocifras, de una forma torticera e inadecuada. Sin ir más lejos hemos tenido recientemente unas declaraciones de la diputada Bescansa paradójicas, por no decir inaceptables. Estas manifestaciones hicieron referencia al hecho de que, según ella, el número de trasplantes en España se había incrementado debido a la gran cantidad que jóvenes fallecidos en accidentes de tráfico. Evidentemente tratar de exacerbar a tu público puede ser interesante si crees que ninguno tiene el más mínimo conocimiento, pero hacer estas tremendas declaraciones requeriría, al menos, de unos datos que apoyen tales conclusiones. Aunque últimamente parece que a ciertos prebostes no se les exige la más mínima rigurosidad.

Para ello, bastaría con revisar el número de donantes del año al que se hacía referencia (2015) y nos encontramos con un total de 1851 personas. Por otra parte, el número de fallecidos en accidentes de tráfico en ese periodo fue de 1126 personas. De ellas, en su segregación por edades, el número de jóvenes (considerándolos entre 15 y 35 años) asciende a 456 personas. Suponiendo que todos ellos hubiesen sido donantes, que ya es mucho suponer, el porcentaje no llegaría siquiera al 25% del total. Y si estos datos, fácilmente contrastables en el Ministerio de Sanidad y en la Dirección General de Tráfico, no les parecieran suficientes a la señora Bescansa, las posteriores declaraciones del Director de la Oficina Española de Trasplantes, indicando que tan sólo 78 jóvenes fallecidos en accidente de tráfico fueron donantes, acabaron con esta absurda polémica.

Tratar de poner en el entredicho la magnífica labor, que tan brillantemente ha colocado a nuestro país como líder mundial en número de trasplantes, es mezquino para cualquier persona, pero especialmente para alguien que dice defender los derechos de los ciudadanos. Mentir en estos temas, tratando de crear un malestar generalizado, tiene sus limitaciones. Y aunque Göbbels, en su estrategia de propaganda nazi, planteara que "una mentira repetida muchas veces se convierte en una gran verdad", el uso masivo de las redes sociales no podrá torcer la realidad de un país que está orgulloso de la solidaridad de sus ciudadanos y de su sistema nacional de trasplantes.

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