Editorial

El paro aún no ha tocado fondo

AUNQUE en el tercer trimestre de 2009 el número de parados ha descendido en 14.100 personas -4.300 en Andalucía-, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) dados a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística, lo cierto es que esta levísima desaceleración de la tasa de desempleo (que se sitúa en las 4.123.300 personas, lo que supone un preocupante 17,93%) no puede ocultar que el aumento del paro en España por los efectos de la crisis aún no ha tocado fondo. Tampoco en Andalucía, con 994.400 parados, que supone un escalofriante 25,94%. De hecho, el descenso en el número de parados coincide con una caída mucho más pronunciada de la población activa -89.000 personas (51.300 andaluzas), de los que más de la mitad, 51.800, son extranjeras-, en buena medida por un efecto desánimo ante la imposibilidad de encontrar un empleo. Este descenso de las personas que buscan efectivamente trabajo viene a corroborar la mala situación del mercado laboral, lo que se enfatiza al tratarse de un trimestre estadísticamente positivo por el empleo estacional que genera el turismo y que este año además sigue recogiendo los coletazos del Plan E. Pese a estos tres factores, en España se destruyeron 74.800 puestos de trabajo durante el verano, dejando el número de ocupados en 18.870.200, la menor cifra desde el primer trimestre de 2005, aunque la tasa de paro fue la más alta desde el cuarto trimestre de 1998. También en Andalucía se destruyeron 47.000 empleos, con lo que quedan 2.884.300 ocupados. La encuesta arroja una tendencia aterradora, al contabilizarse el grueso de los desempleados nuevos entre las personas que se incorporan al mercado de trabajo y quienes disponían de un contrato temporal. Además, el número de hogares con todos sus miembros en paro fue de 1.136.500; esto es 498.400 más que hace un año (el 78,11%). Todos estos indicadores nos llevan a pensar que en el cuarto trimestre del año el paro volverá a crecer, algo que incluso admite la ministra de Economía, Elena Salgado, y nos atrevemos a aventurar que así será también en el primero de 2010. Confiemos en que a partir de la primavera la destrucción de empleo toque fondo y el paro disminuya paulatinamente.

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