La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El peligroso camino al 21-D

Sin políticas preventivas el mal estalló, la hipocondría no lo ignoró y fue necesario actuar traumáticamente

Algún favor le han hecho los golpistas catalanes a España. Por ejemplo poner en su sitio a Podemos. Nunca ha ocultado qué representa, pero ha logrado seducir o engañar a muchos indignados por la corrupción de los grandes partidos y a muchas víctimas de la crisis, sumándolos a los antidemócratas de extrema izquierda. El viernes, al no apoyar a los partidos constitucionalistas ante el peor golpe perpetrado contra nuestra democracia, más grave que el de Tejero, Iglesias y Podemos se mostraron como son. Iglesias calificó de "ilegal" e "ilegítima" la declaración de independencia pero también se opuso a la "represiva" aplicación del 155, volviendo a proponer el referéndum pactado como solución y olvidando hacer valoración alguna sobre el papel de sus colegas antisistema en el golpe catalán. Colau, por ejemplo, que pidió al PSOE y al PSC que no apoyaran la aplicación del 155 con la que el PP "con sus crueles aplausos, celebraba el dolor de todo un pueblo".

Otro favor que los golpistas catalanes han hecho a España es liquidar los tópicos de la tolerante Cataluña vanguardia de la modernidad y del "seny" catalán. Porque son catalanes -¿o no?- quienes con sus votos han llevado los golpistas a las instituciones y quienes llenaban calles y plazas celebrando la independencia. También hay otros catalanes, incluso más que los golpistas, que por fin -¡por fin!- se manifestaron masivamente y volverán a hacerlo el domingo. Pero demasiado tarde.

El viernes no terminó todo, empezó lo más difícil y peligroso hasta que se celebren -si la evolución del conflicto lo hace posible- las elecciones del 21 de diciembre que Rajoy anunció. Se actuó con la proporcionalidad exigida por la gravedad de la situación. Ni la hipocondría política del PP (por saberse no apoyado por el PSOE hasta que se llegara a la ruptura) ni la del PSOE (por el absurdo prurito progre de la era Sánchez que no afecta a los veteranos socialistas que lucharon contra Franco) pudieron seguir ignorando el mal y su única solución tantas veces reclamada por Ciudadanos, que ha demostrado una talla que le augura buen futuro político. El mal estalló, la hipocondría política no lo pudo seguir ignorando y la Constitución se aplicó. Nos esperan días llenos de peligros e incertidumbres. ¿Es justo que todos paguemos la factura de la juerga golpista catalana? La factura política es inevitable, pero la económica la deberían pagar sólo ellos.

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