Cenacheriland

Ignacio del Valle

De la playa al museo

Tras los días de playa llegan las horas de visita a los museos, un poco de color que broncea el cerebro

Caen exposiciones de punta. Con la misma intensidad de los chubascos por el paraguas cultural resbalan cuadros y creadores legendarios. Antes de esperar a la visita-guía de compromiso, (desde que Cenacheriland está en bocas se nos aparecen familiares y amigos lejanos a la primera excusa de fritura-puente) es recomendable explorar los laberintos de las artes enzarzadas.

La Colección de Museo Ruso de Huelingrado va de triplete. La muy propagandística selección Radiante Porvenir. La sensación de Kazemir Malévich y su cuadrado negro. Supremista. Gran pericia. Desde la vanguardia de la abstracción, inmune al realismo socialista y sus purgas, aterriza toda su innovación cerca del renacimiento. Y en el mismo museo el futurista David Burliuk.

En su aniversario hardolescente saca pecho palomo de la paz el Museo Picasso Málaga con sus más de 600.000 tiques al año. El Sur de Picasso transita alrededor de un guirigay observador. Las influencias del genio: arte ibérico, exvotos, escultura y mosaicos romanos. Las expediciones como copista al Museo del Prado. La cabeza de San Juan de Alonso Cano con los ojos de vidrio que parece el repuesto de un Madelman gigante. La serie de toros. Del bosquejo de trazo grueso a la filigrana, con un morlaco que remembera al rinoceronte acorazado de Durero. Ejercicio tras repetición simplifica a la res con un puñado de líneas. Los maestros y el maestro, leo. Picasso acompañado de Zurbarán, Murillo, Velázquez, Goya o Mena. Y sigue con la guitarra: Juan Gris, Moreno Villa, después el ballet de figurines para le Tricorne en los que de un lapicerazo capta posturas y manos, síntesis de su eterno garabacrear.

El Museo TitaThyssen también pinta novedoso. Francisco Iturrino y la furia del color. Tonos vivos, sensuales y viajeros. La despreocupación. Iturrino nació en Santander, iba para ingeniero, se le cruzaron las brochas y las emociones de tren. Bélgica, París, Bilbao, Salamanca, Sevilla, Madrid, Andalucía y Tánger de la mano de Matisse. Y mucho Málaga, luces de jardín, mantones y abanicos. Reflejos de estanque en la finca de la Concepción. Atrapado de sur, mantón y abanico. Iturrino dialoga, discute su concepto de lo moderno óleo a marco con Picasso, Zuloaga o Regoyos…

Tras los días de playa llegan las horas de visita a los museos, en vez de arena, con un poco de suerte se nos pega otro poco de color que broncea el cerebro.

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