El poder del ahorra

El mindfulness es para ricos, pueden vaciar la mente porque no tiene que pensar en el dinero

Terrazas bostezando con churros. Al lado de la frutería Anticrisis el paisanaje desayunaba. En ese trajinar de tenderetes y trapas recién levantadas se me derrumbó septiembre. Me cubrió el miércoles con escombros de lunes. Fueron las botas, las botas de montaña. Al recogerlas donde el zapatero me palpé la cadera inflamada de arcoíris. No sé si resbalé porque se despegó la suela o al revés. Esa caída ha sido el recuerdo de unas vacaciones de costalazo aventura.

Por ello, regreso renegado, con ánimo de estudiante repetidor. De vuelta a la mochila del cole me encuentro con tareas de repesca y ese encabronamiento que aprovechan los terapeutas para rectificar los cilindros de la calavera. Septiembre es el agosto de los psicólogos y acoplados que procuran afinarte el alma y las relaciones incluso contigo mismo. En una superviviente cabina de teléfono a pie de clínica, cajero automático y playa observo un par de carteles que invitan a meditar. Uno sugiere despejar la mente con mindfulness y otro más extravagante propone un Curso de Barras. Un título que despista, no sé si se trata de unas clases de barman o para manejar un programa informático. Al leer los afiches me empané. "Vivir con mayor libertad, alegría, abundancia y placer, ahora sí es posible". En un solo día puedo "aprender la técnica para desbloquear 32 barras cerebrales gracias a los consejos de un neurocientífico facilitador". La sentencia "Séneca" que más me ha hecho reír este verano es la de: "El mindfulness es para ricos, pueden vaciar la mente porque no tienen que pensar en el dinero". Esa filosofía de vida en la que meditar y quedarse en blanco presuntamente ayuda al equilibrio emocional, alejar el estrés, dormir como un angelote e incluso mejorar la concentración ¿Los poderes del nuestro pobre espíritu son más potentes que los del banquero? Que se lo pregunten a Eckhart Tolle, autor del El poder del ahora una ecléctica guía para la terrena iluminación. En España va por el "diga 33" ediciones. Para las cosas mundanas lo que impera es El poder del ahorra y volver a apretarse el cinturón. Entre tanto presagio de Brexit bravo, huelga, pensiones mínimas, elecciones a las puertas, agorerías de crisis, alertas alimentarias, y pertinaz desempleo, dan ganas de calzarme las botas remendadas y tirar al monte. Hay otra vida, pero no vea lo que cuesta. Bienvenido al lío y al montepío.

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