La política se apunta al "récord"

Queda inaugurada la Navidad perenne hasta que los gobiernos recojan en las urnas los votos sembrados en esta cosecha

Palabras fetiche: "récord" e "histórico". La política ha tocado a rebato. No porque asome por sorpresa el enemigo. Al contrario, se repica porque asoma la era de las buenas noticias, de la Navidad perenne, hasta que los estrategas crean que pueden recoger en las urnas los votos de esta cosecha.

Cada uno a su estilo. La izquierda con el maná del Estado asistido, por la Unión Europea. Inversiones insólitas. La exaltación del gasto público como paradigma frente a la dictadura del déficit. La fórmula para quebrar la tendencia y romper la curva de la desigualdad que ha castigado a los más débiles en las dos crisis. La receta, en expresión redundante, "récord histórico" en todas las partidas del Presupuesto. Y se repartirán bonos de cientos de euros para que los jóvenes descubran ese mundo soñado cuando se emancipen de los padres, y festejarán el acontecimiento con la cultura y otros productos paralelos. Y disfrutarán de más becas. Incluso para que en el futuro alcancen los puestos de los tribunos de la Justicia, ahora ocupados por la elite conservadora, que también emana del pueblo. Que la juventud acceda por sus medios al final de mes con este restringido mercado laboral ya se preguntará para ver cómo se hace en parte de la UE.

La derecha hace bandera de la fiscalidad. El dinero en poder de la Administración se termina por despilfarrar o peor. Es más sensato apartar la tentación. En Andalucía la solución imaginativa es la BMI, la bajada masiva de impuestos. Hay que aflojar el cinturón de los ciudadanos para que consuman y gasten con criterio. Sucesiones, patrimonio, deducciones del IRPF, que si los niños necesitan clases particulares de inglés es consecuencia de la mala calidad de la enseñanza que reciben y no es cuestión de que los padres paguen dos veces por la misma prestación. No es que los partidos de este espectro abominen de las subvenciones directas. Ahí está el bono turístico para que el Ejecutivo autónomo sufrague parte de nuestro merecido descanso en un hotel de la comunidad. O los cheques de más de mil euros para que los progenitores que residan en pueblos pequeños opten por conservar la especie sin emigrar antes a la ciudad.

Al "récord" también ha apelado el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, para definir la producción de seis millones de dulces navideños que este año se fabricarán en Antequera. Más mantecados con la intercesión de este Gobierno andaluz, victorioso en la pandemia, que desmantela el hospital de campaña de Carranque. El que se habilitó en tiempo "récord" para demostrar su eficacia en la gestión. Ni compararse con el Ifema. Aunque en Málaga había un hospital cerrado y camas de sobra libres en la sanidad privada.

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