Los presupuestos, mejor al final

El coste de mantenimiento del Metro me temo que va a condicionar en años cualquier inversión importante en Málaga

La Junta de Andalucía puede presumir de ser de las pocas administraciones que tendrán listas sus cuentas públicas del próximo año para que entren en vigor el 1 de enero. Hasta ahí el único titular positivo. La crisis de Cataluña ha retrasado los números del Gobierno central, que necesita el apoyo del PVN para que salgan adelante. Y en Málaga ciudad, la resolución de la madeja del futuro de la empresa de limpieza, es una de las condiciones que exige Ciudadanos para discutir los presupuestos municipales de 2018 con Francisco de la Torre. Y el alcalde antes debe convencer a su equipo de gobierno de su propuesta, una tarea bastante difícil.

Hace tiempo que decidí que los presupuestos de las administraciones hay que valorarlos al final de cada año. Y ninguna comparece doce meses después para someterse al examen de lo que prometió y realmente ejecutó. Así que las cifras presentadas ahora por el Gobierno andaluz tampoco deben librarse de ese escrutinio.

El Metro parece que será la espada de Damocles que pesará sobre cualquier futura inversión de envergadura en la provincia en los próximos años. Casi cien millones de euros se destinan al suburbano el próximo año. Un 70% para pagar su explotación. La cifra resulta disparatada y se debe en gran medida al cumplimiento de los plazos para ejecutar los tramos y los cambios que luego se decidieron tras un nefasta planificación de toda la obra. Por cada pasajero que se suba al Metro, el Ejecutivo andaluz tendrá que pagar a la empresa que lo gestiona 11,8 euros, según la información que publicó hace unos días Sebastián Sánchez en este periódico. Con estos costes, cualquier nuevo proyecto para Málaga que requiera un fuerte desembolso seguirá en el cajón por tiempo indefinido.

En materia de infraestructuras, ahora asistimos a la paradoja de que el Ministerio de Fomento desestima la rentabilidad de que el Cercanías llegue hasta el Parque Tecnológico. Y, por su parte, el Gobierno autónomo ya precisó que en Málaga, en realidad, se ha construido un metro ligero, que carece de capacidad para dar el servicio que requeriría en las horas punta la tecnópolis. Resultado, es inútil prolongar la actual línea de la Universidad. Las dos administraciones dejan la casa sin barrer sin el más mínimo rubor.

Los Presupuestos de Andalucía de 2018 sí han previsto en esta ocasión una importante partida para la red de depuradoras pendientes en el Guadalhorce, que impida que se viertan aguas sucias directamente al río. Pero todo es tan impreciso que será difícil sorprender en un renuncio si se incumplen las promesas. Por eso es mejor analizar los números a año vencido, lejos de las propagandas habituales.

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