Luces y sombras

Antonio Méndez

La ruta de la corrupción

ME ha dado la idea el comisario provincial, Juan Jesús Peñalver, y su segundo, Francisco Arrebola. Una jornada de éstas del verano y en una localidad turística dedicarán todos los efectivos de la plantilla policial a perseguir los hurtos, una infracción penal que supone el 36% de las que se cometen en Málaga y el delito con el que más se atosiga a los visitantes que recibe el litoral durante la época estival.

El Día contra los hurtos, han bautizado la iniciativa, ahora que tan de moda está llenar el calendario de efemérides. Aunque en este caso no se conoce la fecha conmemorativa para no dar pistas a los virtuosos de otras actividades delictivas que podrían sacarle rendimiento al páramo. Así que he puesto a volar mi imaginación y me pregunto por qué no acordamos instaurar también el Día contra la Corrupción, al fin y al cabo es lo que más ha deteriorado la imagen de la Costa del Sol.

Podríamos comenzar la campaña en Marbella, el municipio más sacudido por esta lacra. Para impartir doctrina moral y de paso buscar valor añadido al turismo, crearíamos una ruta por los puntos más calientes donde se protagonizaron las fechorías. Una muestra de las urnas de las municipales de 1995, con papeletas de votantes de Jesús Gil que le auparon al poder municipal. El edificio del Club Financiero, el ayuntamiento paralelo. Él despacho intacto de Roca, para observar el ambiente que alimentó a la trama. Un recorrido por las oficinas urbanística en las que se urdieron convenios y se diseñó el plan que amparó las tropelías. El mapa de notarias que legalizaron las 30.000 viviendas irregulares. Un paseo por los pisos que nunca se demolerán. Las estancias de la Junta que cobraban impuestos alegremente con las transacciones inmobilarias... hasta los restaurantes donde la Udyco obtuvo las más suculentas grabaciones de ediles y empresarios en el reparto de la calderilla de algún botín urbanístico.

Dicen los expertos que la presión policial sólo sirve para desplazar a los delincuentes hacia otros territorios. Con la corrupción tal vez suceda lo mismo y ejemplos hay. Pero que la coartada del tiempo no sirva para que se diluya en el olvido esa vergüenza.

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