A saber quién manda

Si quieres ver plantas, vas de paseo al Parque, y si son barcos, al muelle. Es cuestión de unos metros

El presidente de la Autoridad Portuaria le dijo al alcalde de Málaga que la valla que se estaba instalando en el Muelle Uno se sustituiría por otra de vidrio transparente. De eso no cabe duda porque el alcalde lo tuiteo nada más hablar con él. Lo que no quedó claro, porque el tuit tampoco lo decía, es cuándo sería. De momento parece que no. Los operarios que la están montando han empezado a cortarla para dejarla de entre un metro y metro cuarenta de altura. Detrás seguirá creciendo la jardinera proyectada, cuya alto no tiene que guardar relación con el de la valla y a la que solo es cuestión de dejarla crecer para que sea mayor y volvamos al comienzo de la polémica. Como mido 1,80 m, mis ojos está a 1,70. Mientras la vegetación no me lo impida, podré seguir contemplando la dársena de la misma manera que de chico nos aupábamos a la tapia de un colegio para ver a las niñas en el recreo. Los críos tendrán que esperar a crecer y sus padres cambiarán el dicho "cuando sean grande, comerás huevos" por el más actualizado "verás el puerto". Claro que siempre será posible sentarse en la igualadora silla de la terraza de cualquier bar. En ese momento, ni padres ni hijos ni la madre que pario a la valla verán otra cosa que no sean las chimeneas de los yates. Todos contemplaremos el seto.

La misma Autoridad Portuaria que hace 20 días manifestó que era consciente del problema y se comprometía a mantener una visión "perfecta" y "sin ningún obstáculo" para que los viandantes podamos ver el mar, asegura ahora que hay que esperar a que concluya la obra porque incluirá bancos, jardineras y otros elementos decorativos. Que no tienen que estar necesariamente mal, pero que no es lo que se pretende ver cuando te acercas al cantil. Se trata de una simple elección. Si quieres ver plantas, vas de paseo al Parque, y si son barcos, al muelle. Es cuestión de unos metros.

Pero más allá del diseño de la valla, la pregunta fundamental es ¿quién manda en el puerto? Comenzadas las obras de la concesionaria, estas encuentran una oposición ciudadana. El alcalde manifiesta que no sabía nada de ese diseño y habla con el presidente de la Autoridad Portuaria que le traslada que será de vidrio trasparente. El pleno municipal insta por unanimidad que se reconsidere su construcción, por muy transparente que sea, y la concesionaria recorta los barrotes y la deja, más o menos, como estaba. Pues eso, a saber.

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