Una serie por escribir

Cassá tuvo ofertas de los dos grandes. La prima de fichaje no fue muy elevada, pero la paga el erario público

El caso Paradas ha dejado cierta psicosis entre los dirigentes de Ciudadanos en Málaga. El gerente de la empresa municipal de deportes del Ayuntamiento de la capital fue arrestado por la Policía en septiembre. Los agentes comprobaron que desde su número telefónico se habían realizado una serie de llamadas supuestamente amenazantes al concejal Juan Cassá, que había abandonado la formación naranja en mayo por teóricas discrepancias con la líder nacional, Inés Arrimadas.

Como en las mejores películas de espías, algunos interlocutores evitan hablar por el móvil de cualquier asunto delicado por si hay escuchas. El ex árbitro de fútbol les aseguró a sus compañeros que es inocente. Y le creen. Así que barajan que le hayan podido clonar la tarjeta. Más madera para los guionistas de la futura serie. Porque habrá que esperar a los frutos de las investigaciones para saber qué sucedió en julio con el incendio de la autocaravana del ahora concejal no adscrito. Desde luego, los autores sabían cómo calcinar un vehículo. Más de un antiguo enemigo político de la teórica víctima respira tranquilo porque entonces se hallaba en la otra punta de Andalucía.

Cassá es una china en el zapato de Ciudadanos, que bastante división interna sufre ya en Andalucía en torno al liderazgo del vicepresidente Juan Marín. Pero ésa es otra película. En julio, la concejala Noelia Losada respaldó que el Consistorio le declarara tránsfuga. También se aprobó el acuerdo para que se le rebajase a 50 euros el pago por su asistencia a los plenos. Ahora percibe 250, que junto a lo que ingresa por su presencia en las comisiones municipales le permitirán este mes ingresar 2.000 euros. El Messi del Ayuntamiento, titulaba su reportaje esta semana Ángel Recio. Es cierto que Cassá contó con ofertas de los dos grandes partidos, no porque sea un fuera de serie de la política. Él eligió al PP. La prima de fichaje no es muy elevada, pero si golosa. Sólo que al jugador le paga el erario público.

No tiene prisa el alcalde en meter la tijera a esas percepciones. Hay que cuidar a la nueva incorporación. Así que por el pleno extraordinario en noviembre para determinar el futuro del Astoria, se embolsará otros 250 euros. Pero entonces el aludido podrá demostrar al entrenador De la Torre sus dotes como pelotero. "Si hay restos importantes, hay que ponerlos en valor y dejar una plaza diáfana, abierta a la ciudad, con unas vistas extraordinarias a la Alcazaba, Alcazabilla y todo este entorno tan maravilloso de Málaga", defendía Juan Cassá en abril de 2018. Entonces era el portavoz de Cs. Su ex partido mantiene la misma postura. Él tendrá que desvelar si ha cambiado de opinión tras enfundarse la camiseta de De la Torre. O pedirle ayuda al árbitro, la Junta, para que diga que los vestigios no son para tanto.

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