La provincia, que estos días está de Semana Blanca, vuelve a disfrutar de un tiempo casi primaveral, aunque con temperaturas más suaves de lo que se puede esperar de un cielo tan despejado. En la mayor parte de Málaga ayer brilló el sol, pero el viento de levante -siempre más fresco que el poniente- frenó el calor. Las temperaturas máximas se quedaron en los 18 grados de Marbella y Vélez. Valores agradables que permitieron a muchas familias disfrutar de los paseos marítimos y las playas, aprovechando las vacaciones en los colegios.