Ignacio del Valle

Lo de esta tarde

Lo presencial cara a cara tiene su qué. Despacha esa química que se le escapa al algoritmo de plástico

Por mucho trampantojo virtual, lo presencial cara a cara tiene su qué. Despacha esa química que se le escapa al algoritmo de plástico. Tal vez sea un pestañeo del ponente, un microgesto de contrariedad, un arqueo de cejas o ese transpirar perlado que se desliza ante la pregunta incómoda. Son esos gestos palpitantes, esa humanidad que la inteligencia artificial, de momento, no acaba de cazar y menos comprender. Una autenticidad y santo grial que rige la viralidad de los contenidos de las redes sociales que nos incitan a quemar minutos y en afortunadas ocasiones nos invitan a reflexionar acerca de nuestra existencia. De ahí que, ante los metaversos sintéticos, el embrujo de los directos nos cautiven, insisto.

La agenda cultural de Cenacheriland está reventona de tanto usarla. La Fundación Manuel Alcántara lleva años respirándonos en la nuca. Es la reserva cultural del occipital. Todos los columnistas que brillantes han sido, han desfilado Dry Martini en mano con la lengua suelta que desata la calle Larios trasegada con gin. El II Ciclo Territorio Común que finaliza este friolero jueves ha tenido tardes de filas y ráfagas de viento racheado, pero sobre todo lucidez. Colas para escuchar a Antonio Muñoz Molina que va tomando cátedra de olivo senatorial trasegado por el paso de las páginas y los otoños. Sabiduría que se vuelve roma y amable con un brillo inoxidable en una pupila que ha contemplado tanta decepción como comentó en La Mirada del escritor. Carmen Calvo, la del dinerito alopécico, tan poquito físico a prueba de coronabicho, nos encandiló con el descargo de la púrpura vicepresidencial y ministrada. Presentó una hoja de incuestionables méritos vinculados a la cultura. Conversación de mesa camilla, en petit comité, en la que Guillermo Busutil desnudó a la política y dejó ver a la persona que nos trajo el Museo Picasso Málaga por pura cabezonería, compromiso ideológico y personal a prueba de infundios. La traca final acerca de "Las Naturalezas del Lenguaje" revienta la tarde de hoy jueves a las 19:00 en la Fundación Unicaja de la Plaza de la Marina, 3, aforo libre. Allí le espera Manuel Rivas a puerta gayola. Una provocación. Una performancia antes de que el lucerío y los villancicos nos atonten sin remedio. Sírvase una vacuna de periodismo discordante, libre de servidumbres con la única atadura del compromiso con la verdad o algo que se le parece bastante.

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