Postales desde el filo

¿Quién teme a Málaga?

El peor enemigo de Susana Díaz, más que sus adversarios, es el peso de 36 años de gobiernos socialistas

Aunque para combatir el infernal ruido de la ciudad nos inste a hablar bajito, De la Torre ha alzado su voz contra la Junta. Si Albee se preguntaba "¿quién teme a Virginia Woolf?", nuestro alcalde ha encontrado la respuesta a sus obsesiones: la Junta teme a Málaga. Entre los ejemplos del miedo autonómico está el de no haber apoyado a nuestra ciudad como sede de la Agencia Europea del Medicamento; a la que también aspiraba Granada. No hace falta ser un experto en cuestiones europeas para saber que ni una ni otra ciudad andaluza tuvo, en ningún momento, la más mínima posibilidad de ser la elegida. Entre otras cosas porque fue el Gobierno de Rajoy quien propuso, con el apoyo unánime del Parlamento, la candidatura de Barcelona ante los organismos de la UE. Que De la Torre culpe a la Junta de lo que sólo fue una fantasía edilicia es un ejemplo de su retorcida forma de fomentar agravios.

No sé si este nuevo desatino del regidor tiene que ver con las elecciones andaluzas que, al parecer, Susana Díaz, anunciará el día menos pensado. Comicios que la presidenta quiere que tengan un inequívoco acento andaluz. Algo improbable: tal y como están las cosas en la política nacional, nuestras regionales se convertirán inevitablemente en un banco de prueba para medir las fuerzas y expectativas de cada formación política. Serán el preámbulo del incierto escenario electoral que se avecina.

Los populares evaluarán el efecto Casado y Cs, con Rivera y la jerezana Arrimadas de estrella invitada, ya anda por aquí esforzándose en despojarnos del velo de ignorancia que nos somete a la eterna hegemonía del PSOE. Desde luego, algo hay de anomalía democrática en que un mismo partido gobierne durante casi cuatro décadas consecutivas. Un guarismo que además tiene un significado perverso en nuestro país. Aunque, puede, que lo verdaderamente excepcional sea que, tras diez elecciones intentándolo, el gran partido de la oposición haya sido incapaz de apear al PSOE del gobierno. Sin alternativa no hay alternancia. Tampoco nuestro alcalde parece que piense en ello tras 18 años en el cargo. Ni los populares de Galicia, Castilla y León, Madrid, etc. Es verdad que Andalucía ha pulverizado todos los récords, pero no por que el PP no lo haya intentado en cada sitio, como no podía ser de otra forma. Pero, sí, el peor enemigo de Susana Díaz, más que sus adversarios, es el peso de los 36 años continuados de gobiernos socialistas.

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