El Congreso de los Diputados ha investido a Pedro Sánchez como nuevo Presidente del Gobierno tras un intenso debate en las sesiones destinadas a la moción de censura a Rajoy. En esas sesiones, hemos podido asistir a una magnífica representación del posicionamiento de cada uno de los partidos políticos españoles en relación a los asuntos que ocupan y preocupan al conjunto de la ciudadanía española.

Estoy convencido de que la perspectiva del tiempo permitirá entender de manera adecuada los acontecimientos de estas semanas y, en especial, la miopía con la que el PP y Mariano Rajoy han enfocado el fenómeno de la corrupción una vez que la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso Gürtel ha determinado el sistema institucional de corrupción organizado en el seno del partido.

La moción de censura ha permitido desalojar al PP del Gobierno y estoy convencido de que lo mejor que deberían hacer en este partido es abrir un espacio de reflexión colectiva que permita la catarsis necesaria para renovar profundamente su enfoque en materia de corrupción. Al tiempo, sería conveniente asistir a la modernización de su proyecto para España abriendo espacios a entender la diversidad de nuestro país y así encontrar vías para el entendimiento colectivo.

Una de las cuestiones fundamentales de la actualidad política es la de conseguir garantizar la convivencia ciudadana que tenemos que intentar recuperar tras la deriva secesionista de Cataluña y sobre la que hemos de volcar todos nuestros esfuerzos cada una de las fuerzas políticas del país. En ese objetivo, desearía que un nuevo PP aportara las necesarias dosis de racionalidad y generosidad.

Es necesario regenerar la vida pública en España con acciones factibles y realistas que normalicen nuestra televisión pública, recuperen áreas de libertad cercenadas con la "ley mordaza". Acciones que traigan medidas para una mayor igualdad luchando contra la pobreza y la exclusión y recuperando derechos sociales en sanidad, educación, pensiones o atención a la dependencia, cuestiones totalmente prioritarias.

Después, cuando haya elecciones, la ciudadanía juzgará todo lo acontecido en una de las legislaturas más trascendentales de nuestra reciente historia. Mientras, yo arrimaré el hombro para mejorar Granada, Andalucía y España.