La última crisis

De la Torre ha degradado a dos de los concejales que más quebraderos de cabeza le han dado en este mandato

El alcalde de Málaga acaba de resolver la que se supone será su última crisis de gobierno antes de las elecciones municipales de 2019. Con el equipo que anunció el pasado viernes, en teoría, debe afrontar los 13 meses que le quedan de su actual mandado. En el ajuste ha removido de sus cargos a dos de los tres responsables de área que más quebraderos de cabeza le han dado: el concejal de Medio Ambiente, por la empresa de limpieza Limasa, y la de Promoción Empresarial, con las competencias sobre vía pública y el permanente conflicto con el sector de la hostelería en el centro, las terrazas y los vecinos.

Sentía curiosidad por el futuro de Raúl Jiménez, el edil que le hizo frente al amenazar con dimitir si el regidor optaba por la opción de municipalizar el servicio de limpieza en la capital. Lógicamente, en el momento en que planteó el desafío se sentía protegido. Actuaba de ariete del presidente de Diputación, Elías Bendodo, en la seguridad de que el dirigente popular sería el candidato a la Alcaldía el próximo año. Francisco de la Torre es un político con infinita paciencia pero, casi siempre, implacable. A la primera oportunidad, lo ha relegado en su equipo a que se ocupe de Derechos Sociales.

Es cierto que ha colocado al frente de Limasa a la concejal de Fiestas y Servicios Operativos, la todopoderosa Teresa Porras, con una capacidad de sobrevivir que ya la quisieran los concursantes de Tele 5. Y la maniobra, al margen de que pueda interpretarse con un ajuste de cuentas, puede responder también a la supuesta habilidad que el alcalde atribuye a Porras para sofocar los posibles incendios que puedan declararse en los próximos meses con la limpieza. O para impedirlos a cualquier precio. Habrá que esperar a la confección de las listas de la candidatura del PP para ver si Jiménez cuenta con un defensor que consiga que repita o si, finalmente, paga su órdago con la exclusión.

La segunda damnificada es la ex concejal de Promoción Empresarial María del Mar Martín Rojo. Su influencia mengua cada vez más. Algunos compañeros de gobierno se han formado una opinión más que discreta de su capacidad de gestión. Salió por la puerta de atrás del área de Economía y el conflicto con la hostelería le acaba de dar la puntilla. Ordenanza de Vía Pública sin aprobar, incluida. Y no parece que la nueva responsable de Turismo cuente con protectores.

De la Torre también es consciente de que se juega su futuro en los distritos. Y la gran pugna con Ciudadanos la sitúa en el distrito Este. Allí ha destinado al concejal de Economía, Carlos Conde. Se supone que ya no tendrá que elaborar más presupuestos. El partido naranja, con Juan Cassá a la cabeza, se distanciará del gobierno municipal con más fuerza a medida que se aproximen las urnas. Así que el encargo es asegurar unos votos en una zona que siempre pertenecieron al PP.

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