La última vacuna

El turismo residencial es una buena alternativa ante la crisis del tradicional. Pero algunos países ya han tomado ventaja

El primer bebé andaluz, que nació en plenas campanadas en 2021, fue una niña malagueña, de padres de Italia y Chequia, afincados en la Costa del Sol. No deja de ser todo un símbolo de la diversidad que atesora esta provincia y que la distingue del resto de la comunidad. Horas antes, Málaga alumbraba un nuevo banco que le permite conservar una marca propia y crecer en protagonismo en el sistema financiero nacional: Unicaja. Una alianza entre el norte y el sur, entre dos modelos económicos totalmente distintos pero complementarios.

El nuevo socio, aunque se trata de una absorción, es una entidad originaria de Asturias, Liberbank. Pero gracias a las fusiones precedentes, también son referencia en otras regiones como Extremadura, Cantabria y las dos Castillas. Y con la vista en Madrid, la capital en la que convergen los negocios, más allá de la sede que sentimentalmente figure en cualquier escritura. Los localismos o las ambiciones personales sí arruinaron la idea de un gran banco andaluz. Nadie chistó lo más mínimo cuando las cajas de Sevilla y Huelva, Granada y Córdoba acabaron engullidas por otros compradores sin arraigo en la comunidad. Esta es otra virtud de la que no se libra ninguna provincia andaluza y que ayuda a que la región figure en los vagones de cola en casi todo.

Dos buenas noticias para arrancar este 2021. Pero la fecha más esperada será la que fije la última vacuna contra el virus. Y no sólo en Andalucía y España. En la Costa del Sol es tanto o más importante los calendarios en Reino Unido, Alemania y Francia, por citar algunos ejemplos. En todos los países emisores de turistas. Mientras, el sector debería discutir qué cambios podría introducir para presentar una oferta más actualizada, cuando progresivamente se abran las puertas de los embarques en los aeropuertos. Por ejemplo, será difícil ligar la viabilidad a las ocupaciones masivas de las camas de los hoteles.

Los entendidos -el término experto mejor licenciarlo- aseguran que el turismo residencial cobrará fuerza. La implantación del teletrabajo no es coyuntural y permitirá a un buen número de personas elegir otras zonas más agradables para vivir, lejos de la masificación. Y Málaga es una magnífica alternativa. El problema son las condiciones fiscales. En el caso de los extranjeros, con las fórmulas actuales, deberían tributar en dos países. Portugal ya ha tomado ventaja al respecto.

Si se atrae talento es posible que se irradie talento. Pero más allá de la decisión de mantener el ecosistema económico en hibernación hasta hallar la salida de la crisis, no hay debates abiertos sobre el presente-futuro. El amor o la comodidad por residir en un territorio resultan insuficientes. Pese a que líderes tecnológicos como Bernardo Quintero y Joaquín Cuenca nos hayan mal acostumbrado. El día de la última vacuna llegará.

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