El acierto es de Javier Fernández, el presidente autonómico del territorio de donde resurgió la idea de Hispania, acuñación de Roma reeditada por sus socios los visigodos. Asturias. La única bandera que me emociona es la caja única de la Seguridad Social, símbolo material de una triple solidaridad: entre generaciones, entre diferentes clases de renta y entre territorios. España es la Seguridad Social, y no es ninguna broma.

El nuevo presidente del Gobierno anda metido en un proceso de distensión con Cataluña, al que se ha sumado el País Vasco como por simpatía. Está bien que Pedro Sánchez abra una nueva fase de mano tendida con los independentistas, no porque esto sea más justo, sino porque es necesario probar otras estrategias. De hecho, es casi el único objetivo que debería marcarse en esta medio legislatura.

El acercamiento de los presos catalanes a sus domicilios es una acción justa, el Estado no pierde nada con ello y servirá para rebajar la presión de los más hiperventilados. Incluso Pablo Iglesias parece involucrado estos días en una operación que, por fin, llena de sentido a su partido.

Distinto, pero parecido es el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. Extinguida la banda, las medidas antiterroristas se pueden mitigar y la política penitenciaria formaba parte de la excepcionalidad que los terroristas obligaron a implantar. Uno por uno, en fila y en orden, caso a caso, se puede comenzar a ir viendo.

Y la Seguridad Social. Una de las reivindicaciones históricas del PNV es desgajar la caja única para gestionar sus propias pensiones, lo que pasaría por el cobro de las cotizaciones y el pago de las jubilaciones. Hay dudas sobre si la Seguridad Social vasca sería sostenible, ya que son pocos habitantes y cobran las pensiones más altas de España, pero no se engañen: en el País Vasco flota el dinero; si hay déficit, se cubriría con el presupuesto. Y como conseguirán más competencias en otras materias, el Cupo se irá reduciendo en beneficio de las haciendas forales, que son las eficientes recaudadoras del país.

Como la ruptura de la caja única es inconstitucional y políticamente inasumible, el PNV le pide a Sánchez un traspaso de la gestión, que ya me dirán ustedes para qué si no es para aproximarse al objetivo final. Más riqueza para el País Vasco, mayor debilidad para el resto.

Da la impresión de que en España se escucha siempre a los mismos: al PNV y a los atorrantes independentistas catalanes. ¿Son ellos los que van a construir España?