Los vestiditos de la Reina

La profesionalidad de la reina Letizia ha sido despreciada por reflejar su solidaridad

Dice la diputada paraguaya Celeste Amarilla de Boccia, del Partido Liberal Radical Auténtico, que la reina Letizia ha cometido "cierto desprecio hacia el anfitrión" porque en otros viajes oficiales suele llevar estilismos más elegantes. Es decir, que desde uno de los partidos políticos mayoritarios de Paraguay el trabajo que ha realizado la reina de España en su país se reduce a la ropa que luce la primera dama española. No contenta con ello, la diputada Celeste Amarilla, con tono despreciativo, añadió que "la madre patria les mandó a su periodista devenida en reina, una chica de orígenes sumamente humildes, de la que se enamoró el Príncipe, para que fuera a mirar la pobreza de Paraguay y ver qué limosnas más les tiran". La diputada Celeste completaba su crítica reconociendo que necesitan el dinero que les regala España, como aceptó las vacunas contra el Covid que se les mandó, pero que "quíza merecían uno de sus vestiditos que tiene en su closet". Llegados a este punto, da que pensar si esta simplista valoración es machista además de un ataque político y contra la Corona española cuyo objetivo se dirige hacia la minusvaloración de la agenda y autoridad de la reina. Doña Letizia ha viajado a Paraguay donde ha visitado varias ciudades, desde Asunción a Encarnación. Su agenda, según Zarzuela, le llevó a visitar el Centro de Atención Familiar del Bañado Sur donde la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) se dedica a prevenir, atender, dignificar a las mujeres y niñas que han sido víctimas de violencia sexual y trata de blancas, en una de las zonas consideradas como el cinturón de la pobreza en Asunción, con la participación de las diputaciones de Huelva y Málaga. En ese proyecto, en el que participan Mujeres en Zona de Conflicto, AIETI y Plan Internacional, cientos de mujeres han sido preparadas para emprender una profesión, e incluso convertirse en autónomas mientras son atendidas para cubrir sus necesidades sociales, psicológicas y jurídicas. Todo esto, la diputada Celeste Amarilla lo ha pretendido eclipsar poniendo el foco en el chaleco rojo, identitario de la Aecid. La Reina no es una modelo, aunque deba ofrecer una imagen impecable con la que suele promover el sector textil con la marca España que, a fin de cuentas, que mueve millones de euros en el mundo. La profesionalidad de la reina Letizia ha sido despreciada por reflejar su solidaridad, además, con la ropa con la que se remanga España en los países más pobres del mundo.

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