EL consejero de Economía de la Generalitat ha hecho una advertencia durante un desayuno informativo en Madrid: si el Gobierno insiste en presentar su cara más extrema en sus negociaciones con las autoridades catalanas, Cataluña será independiente en ésta o en la próxima generación.

Mas Colell considera extremistas a los que se niegan a aceptar cualquier tipo de fórmula que afecte a la unidad de España, y considera aún más extremistas, rabiosamente extremistas, a los que además de no aceptar que se rompa la unidad de España, se niegan a seguir dando dinero a espuertas a los catalanes para ver si así dejan de plantear la independencia.

Rajoy lo tiene claro y Rubalcaba también, así que la advertencia del consejero, una más de las muchas que se escuchan últimamente, y siempre en el mismo sentido, ya no preocupa porque los dos partidos mayoritarios no aceptan la independencia de Cataluña ni de nadie, y ante una situación de emergencia sumarían sus fuerzas. Por si no fuera suficiente, los analistas que conocen en profundidad a la sociedad catalana aseguran, sin excepción, que llegado el caso de que tuvieran que pronunciarse, el resultado sería abrumador a favor de continuar formando parte de España. Cosa distinta es que un porcentaje alto de catalanes esté a favor de que puedan pronunciarse y aboguen por la celebración de un referéndum.

Teniendo en cuenta cómo se las gastan Artur Mas y sus consejeros -Mas Colell estaba considerado uno de los más razonables-, es importante lo que ha sucedido el fin de semana en el PSC. Pere Navarro, al fin, ha dicho a su Consejo Nacional que la posición oficial del partido es contraria al soberanismo y contraria también a que se apruebe en el Parlament la propuesta de solicitar al Gobierno central el traspaso de las competencias que le permitirían convocar un referéndum. El dirigente socialista catalán lo ha expresado de forma clara, pero habrá que esperar a su reacción si, como se supone, los cinco parlamentarios que han roto en varias ocasiones la disciplina de voto para alinearse con las tesis soberanistas vuelven a romperla. Navarro demostrará que manda sólo si, como se rumoreaba en la reunión del Consejo Nacional del PSC, indica a los disidentes la puerta que conduce al Grupo Mixto. En caso contrario, su actual firmeza se queda en nada. Mas Colell da por hecho que la Generalitat tiene la sartén por el mango. Va a ser que no. Porque Rajoy tiene a su favor la ley y la voluntad firme de impedirlo.