Una actuación urgente

El círculo vicioso del 'narcobienestar' no sólo hay que combatirlo con más seguridad. También con inversión en empleo y política social

Únicamente la fortuna evitó que en la tarde del pasado martes ocurriese una desgracia en la sala de Urgencias del hospital de La Línea de la Concepción, donde una veintena de encapuchados pusieron en juego la vida de policías, guardias de seguridad, personal sanitario y pacientes. Son ya muchos los años y los episodios violentos en los que se han visto envueltos los grupos de narcotraficantes como para pensar que la solución podrá venir empleando los medios existentes ahora, dado que las mafias actúan cada vez con más violencia y recursos. Los ciudadanos del Campo de Gibraltar y, particularmente de La Línea, son testigos habituales y víctimas de la actuación de estos delincuentes. Ayer, un portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunciaba que los enfrentamientos con las bandas tienen lugar a diario y que los delincuentes van "a saco" (sic) contra las fuerzas de seguridad. Cada jornada, aseguró, una decena de embarcaciones cruzan el Estrecho con destino a España, cargadas cada una con miles de kilos de hachís. Está en juego, por tanto, un negocio que mueve muchos millones de euros y sus responsables no están dispuestos a renunciar a él fácilmente.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, replicó ayer por carta a las críticas de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, asegurando que su departamento ha reforzado los medios humanos y materiales de las fuerzas de seguridad en la comarca para hacer frente a las mafias. De hecho, tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, además de la Agencia Tributaria dependiente del Ministerio de Hacienda, se han apuntado importantes actuaciones en los últimos meses y es obligado reconocerlo y aplaudir los encomiables esfuerzos de sus integrantes, pero aun así los recursos de los que disponen son insuficientes. Los 150 miembros de los Grupos Especiales llegados el pasado verano aportaron tranquilidad y seguridad a La Línea tras la muerte de un agente de la Policía Local que perseguía a un contrabandista, pero su marcha al cabo de varias semanas volvió a poner las cosas casi en su punto inicial. Además, pocas decisiones han jugado tan en contra de la seguridad como la tasa de reposición cero de los funcionarios policiales y de la Benemérita que se jubilan o dan de baja.

No sólo es preciso mejorar la presencia de las fuerzas de seguridad. Además de plantearse un endurecimiento de las penas de prisión, el círculo vicioso del narcobienestar debe ser combatido ofreciendo alternativas laborales, sociales, educativas y de formación a una gran masa de población que directa o indirectamente vive del negocio de la droga y no conoce otro universo. Ahí es donde le toca actuar a la Junta de Andalucía. Tiene tarea por delante.

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