La constante amenaza del yihadismo

Tanto el atentado de Londres como la amenaza en Tinduf nos recuerdan que el yihadismo sigue siendo un peligro para todos

El excelente trabajo que están realizando los servicios de Inteligencia y los cuerpos policiales occidentales -entre ellos, de forma muy destacada, los españoles- ha conseguido que, en los últimos tiempos, no tengamos que lamentar atentados masivos y cruelmente espectaculares como los vividos en Nueva York, Madrid, París, Barcelona o Londres. No es fácil, porque el sistema altamente descentralizado de las células yihadistas y su fanatismo religioso las convierten en auténticas máquinas de sembrar la muerte y la destrucción. Sin embargo, todos tenemos que tener en cuenta que la guerra contra el radicalismo islámico no está ni mucho menos ganada y que, en cualquier momento puede suceder lo peor. Lo vemos claro en ese rosario de detenciones de yihadistas por todo el territorio europeo.

En las últimas horas se han registrado dos noticias que nos avisan de que la amenaza continúa. La primera y más grave es la del atentado registrado ayer en Londres, en el que un terrorista islámico resultó muerto por los tiros de la Policía británica tras matar con arma blanca a dos personas y herir a tres más. Aunque el resultado no ha sido especialmente sangriento -si lo comparamos con otras acciones yihadistas- sí tuvo un importante impacto mediático, que siempre es uno de los principales objetivos de los terroristas.

La segunda noticia ha sido la alerta de atentado "inminente" en el Sahara Occidental que lanzó el pasado jueves el Gobierno de España, que pese a todo no ha persuadido a los alrededor de 300 ciudadanos que tenían previsto ir a Tinduf (Argelia) en los próximos días, pero sí ha creado cierta confusión entre las ONG que operan allí, en los campamentos del Polisario. Sin entrar a valorar las acusaciones de algunos colectivos, que señalan a los servicios de Inteligencia marroquíes como orquestadores de un bulo para amedrentar a los cooperantes, lo cierto es que esta polémica nos recuerda que muy cerca de España, al sur, en el Sahel, se encuentran en la actualidad algunos de los grupos yihadistas más activos y crueles de la actualidad. España ya está allí presente con tropas enmarcadas en un amplio y activo dispositivo internacional, pero todo esfuerzo de cooperación con los países de la zona será poco para controlar un problema que afecta de una manera muy directa a nuestra seguridad. El terrorismo yihadista, lejos de ser parte del pasado, sigue siendo una amenaza constante para todos los ciudadanos.

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