Las cuentas pendientes del curso andaluz

El presidente andaluz se compromete a evitar ajustes aunque la financiación que reclama a Madrid finalmente no llegue

En un verano marcado por el brote de listerioris y un otoño en el que se puede plasmar la esperada sentencia de los ERE, el presidente andaluz ha escogido una tercera vía para arrancar en Madrid su curso político. Su intervención, en un desayuno informativo, la ha dejado clara: el déficit de la financiación autonómica constituirá el eje de sus demandas en los próximos meses. Significa que la confrontación con el Ejecutivo central del PSOE está servida, en un horizonte en el que todas las formaciones políticas se preparan para una posible repetición de las elecciones generales. Juan Manuel Moreno Bonilla ha utilizado el altavoz de la capital de España para reclamar los 1.350 millones que le corresponde recibir a la comunidad autónoma, como anticipo a cuenta, y que el Gobierno de Pedro Sánchez se niega a transferir por encontrarse en funciones. En ese sentido, la estrategia del PP pasa por trasladar esa batalla al Parlamento andaluz, donde esta semana presentará una proposición no de ley con ese fin. Una iniciativa con la que intentará poner en evidencia al principal grupo de oposición. Su líder, Susana Díaz, ya dejó claro ayer, en una entrevista radiofónica en Canal Sur, que el pago que se demanda no se puede satisfacer ahora porque estamos ante la repetición de un escenario similar al que sucedió en 2016 con Rajoy en La Moncloa. La dirigente socialista respalda, como aprobó en su momento la Cámara andaluza, el pago de los 4.000 millones en que se estima la deuda del Estado con la comunidad, no así el dinero a cuenta que se solicita y que es esencial para elaborar unos números presupuestarios ajustados a la realidad. Moreno Bonilla, al menos, sí despejó su hoja de ruta económica. Si, como todo parece indicar, no recibe esa inyección desde Madrid, intentará suprimir "gastos superfluos" y mejorar "la gestión", pero sin introducir ajustes. El mandatario regional, además, mantiene que en sus próximas cuentas anuales se reflejará el plan de rebaja de impuestos, tanto el tramo autonómico del IRPF como en otros y en las tasas públicas. Más preocupante resulta su anuncio de que Andalucía perderá por sentencias y obligaciones pendientes unos 3.400 millones de los 8.000 que debería percibir. Con ese anuncio, Moreno Bonilla, una vez más, acude al socorrido tema de la herencia recibida. Pero a estas alturas y con los meses transcurridos desde que la coalición de PP y Ciudadanos alcanzara el poder, bueno sería conocer qué se ha hecho para recuperar ese dinero y qué cambios ha introducido en la Administración para que esos graves desajustes no se reproduzcan nunca más.

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