Un duro arranque para el PP de Casado

Sólo la vuelta a posturas y políticas centradas permitirá al PP volver a ser un partido de grandes mayorías

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas apunta a que el PP sigue en caída libre tras la jornada electoral del 28 de abril. El PSOE, según esta macroencuesta, podría ganar en 10 de las 12 comunidades donde habrá elecciones autonómicas el 26 de mayo. Las únicas excepciones serían Cantabria y Navarra. Asimismo, la izquierda triunfaría en las principales ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza. En general, no se puede pintar un panorama más negro para los populares, que hace apenas siete años acaparaban un enorme poder local y territorial en toda España. La herida abierta en el centroderecha español parece que tardará en cicatrizar.

Cierto es que estamos simplemente ante una encuesta que, además, fue realizada antes de las pasadas elecciones generales. Pero también lo es que, pese a lo mucho que se ha criticado al actual presidente del CIS y militante socialista, José Félix Tezanos, su particular metodología acertó el 28-A al apuntar a un derrumbe del PP. Este hundimiento tiene, evidentemente, muchas causas, entre las cuales están la imposibilidad del Ejecutivo de Rajoy de encauzar la crisis catalana y los grandes casos de corrupción que se han destapado en los últimos tiempos. Sin embargo, la principal razón de este retroceso electoral del partido de Pablo Casado ha sido su excesivo escoramiento a la derecha, lo que le ha imposibilitado captar el voto de amplios sectores del electorado que siempre se sienten identificados con el centro político. Elecciones tras elecciones se vuelve a comprobar que en España no se pueden ganar unos comicios desde posturas excesivamente instaladas en la derecha o la izquierda.

Tras el 28-A hemos visto cómo Pablo Casado ha iniciado una cierta rectificación para reconducir a su partido a posturas más centradas. La duda es si este mensaje tendrá tiempo de calar en las apenas dos semanas que dura la campaña electoral que se inició anoche. Si el desastre al que apunta el CIS se consuma, Casado tendrá muy difícil su permanencia al frente del PP.

El líder popular, sin embargo, tiene un ejemplo claro en el que inspirarse. Su partido en Andalucía ha conseguido llegar al Gobierno con un discurso y una praxis política claramente centrista, pese a su pacto con Vox. Si el PP quiere volver a ser el partido de amplias mayorías que fue hasta hace muy poco debe recuperar el espíritu de la moderación. Lo contrario sólo le lleva a la debacle del 28-A y a la que ahora apunta la encuesta del CIS.

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