Tribuna

Ezequiel Martínez

Periodista y escritor

Andalucía sedienta y otras emergencias

Andalucía sedienta y otras emergencias Andalucía sedienta y otras emergencias

Andalucía sedienta y otras emergencias / rosell

La tan anunciada borrasca tras el paso del huracán Danielle, podemos resumirla en mucho ruido por parte de los meteorólogos de la tele y pocas nueces en forma de lluvia. Andalucía está sedienta, como buena parte de España. En febrero escribí aquí en esta tribuna, sobre la sequía. La presente vine desde 2017, y es probable, que este otoño pueda cambiar el ciclo de seco a lluvioso, pues los períodos suelen durar cinco o seis años, pero con el Cambio Climático de árbitro, ni Aemet ni los científicos, pueden hacer predicciones a medio plazo. La situación actual de sequía es muy preocupante. Los embalses están bajo mínimos. El agua embalsada a fecha de 13 de setiembre en Andalucía era de 3.036 hm3, es decir, un 25,24% de agua embalsada sobre el volumen total. La media de esa semana en los últimos 10 años, fue de 6.186 hm3, un 51,4% de agua embalsada. La cuenca del Guadalquivir está al 20%; y la del Guadiana al 23,8%. Los embalses de Córdoba están al 16,3%; Jaén, al 18,61%; Almería al 19,6%; Granada, al 29,3%; Cádiz, al 25,5%; y los de Huelva y Sevilla, los mejor parados, al 38%. Asaja estima las pérdidas en unos 8.000 millones de euros y una caída generalizada en la producción agrícola. La campaña de la aceituna puede reducirse a la mitad de la prevista. La vendimia se ha adelantado en muchas zonas. En la D.O. Montilla Moriles comenzó en agosto, y se espera una disminución de la cosecha en torno a un 25%, aunque nos señala Francis Robles pionero en la producción de vino ecológico en la zona, que la calidad es excepcional, sobre todo en PX. Ante las oleadas de calor de este verano como consecuencia del cambio climático, en Jerez, algunos viticultores comenzaron la vendimia a finales de julio. Atrás queda la tradición de comenzar avanzado setiembre, aunque la Fiesta de la vendimia se sigue celebrando a primeros de setiembre, al igual que en Montilla-Moriles. En algunas zonas de España ya hay restricciones. Si no llueve bien en este otoño, entrará oficialmente el día 23, lo pasaremos mal, en el campo y en las ciudades. Muchos agricultores se plantean cambiar de cultivos. En Extremadura, según COAG, se ha reducido la superficie de arroz en un 90% y el tomate para industria se ha sustituido por girasol. En Lebrija, se desestimó la campaña de tomate para industria ante la falta de agua. Los ganaderos temen por su futuro ante la falta de agua para los animales. En algunas zonas ganaderas, como el Andévalo de Huelva y el Valle de los Pedroches cordobés se están utilizando camiones-cisternas y agua embotellada para saciar la sed de los animales.

La disponibilidad del recurso agua será uno de lo problemas de este siglo, debido a la Emergencia climática y ambiental. No entendemos el empeño de algunos en ampliar las zonas de regadío, cuando no hay agua. Las Marismas de Doñana son un indicador del recurso agua. Pues bien, como sabes caro lector, cara lectora, los científicos de la estación Biológica están en modo alarma, porque la madre de las Marismas está seca, pero lo grave es que la laguna de Santa Olalla, que es un indicador del acuífero de Doñana se ha secado. Doñana está seca, tiene sed como toda Andalucía, y está en peligro el ecosistema Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, y toda la avifauna que alberga. Hay que extremar la eficiencia en el uso de agua en Doñana y su entorno, tanto en la agricultura como en las zonas veraniegas y turísticas. Y no aprendemos. No hay agua y se prevé ampliar las balsas mineras de residuos tóxicos de la empresa Atalaya en Riotinto que ya albergan 18 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos. La Junta de Andalucía tiene en sus manos autorizar o no, la elevación de 42 metros de las balsas existentes. El Instituto Geológico y Minero pone reparos al proyecto. Esperemos que prevalezca el sentido común y la Junta no autorice esa barbaridad que me hace pensar en la rotura de la balsa de las minas de Aznalcóllar., en abril de 1998. Nos llegan noticias de que la Amazonia está siendo arrasada por los incendios que provocan los terratenientes, amparados por Bolsonaro quien tendrá que rendir cuentas algún día por su política destructiva de uno de los pulmones del planeta. Sólo el 4 de setiembre hubo casi 3.400 focos de incendios, en la Amazonia. Mientras eso ocurre en Brasil, aquí en la Bahia de Algeciras, tenemos otro episodio de vertido de fuel al mar, tras chocar el buque granelero OS35 con un metanero, en guas del Peñón. El Estrecho es surcado por 110.000 buques cada año. Barcos gasolinera suministran combustible a los mercantes. Esta operación se conoce como bunkering, que se practica en Gibraltar y en Algeciras, siendo el mar de la Bahía el que recibe los derrames de combustible, y la contaminación que ha impedido disfrutar a los andaluces y veraneantes de las playas de La Línea. Grenpeace, Verdemar, Ecologistas en Acción entre otros, vienen denunciando desde hace décadas que la bahía es el vertedero de miles de buques que cruzan el Estrecho. Por todo lo expuesto, le deseo suerte al consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, (¡Qué oportunidad ha perdido el presidente Moreno Bonilla, de crear una Consejería de Medio Ambiente y Cambio Climático!, se habría adelantado a su tiempo, pero...) porque tarea tiene por delante para limpiar la imagen medioambiental de Andalucia, y convertir las aguas negras de la Bahía, de Doñana y de Riotinto, en azules.

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