Tribuna

Javier García León

Abogado

Aparatos

Es bueno trasladar, más aún en tiempos recios, que las cosas hay que ganárselas

EL que más y el que menos tira de aparato si lo tiene a mano; y si el cacharro es suyo, hasta decir basta. Mi amiga María Victoria dice siempre que para aparato, el hemisferio sur.

Susana Díaz se presentó a las primarias del PSOE en 2017 con toda la maquinaria del partido: la protohistoria, la historia y la ultrahistoria del socialismo caminando a su lado, con el viento a favor, rompiendo las olas.

Ahora será candidata en las primarias del PSOE andaluz no con la ayuda del aparato, sino con él en la mano. Comanda la federación del sur, una flota que no piensa en Trafalgar... No solo en el catastrófico resultado, que también, sino en el error estratégico de virar en redondo (véanse los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós). Tampoco quiere hacerse un Schettino (capitán del Costa Concondia para los huidizos de memoria).

Los de entonces, algunos, defendían la igualdad de armas. Ahora, sentada jurisprudencia, más si cabe. Con una elección y un proceso transparentes se llega más lejos; San Telmo está tan distante como próximo, según la calle por la que se transite.

Ha empezado mal, los cargos institucionales apadrinados por la dirección regional ya ocupan parte de su tiempo en movilizar agrupaciones, y otros cuadros o andan desenfocados o expectantes, pero todos listos para el proceso congresual que todo lo puede.

Se creyó y se votó la valentía de Pedro Sánchez, y lo ratificaron los ciudadanos en las sucesivas citas electorales. En el panorama andaluz, al congresista Felipe Sicilia se le ve a gusto mirando la urna, que en otro tiempo no tan lejano fue la palanca de cambio en España y que, para el nuevo tiempo en Andalucía, se antoja una necesidad.

En los últimos días, también hay quienes valoran el intento de desanimar a Susana Díaz como desacertado, o un atajo insuficiente para cimentar un proyecto innovador y ganador (y las primarias cimentan, y de qué manera) para enfrentarse a un PP que empieza a consolidar una navegación en zigzag.

En ocasiones, cuando el aparato es chico (digo la camilla), el acuerdo está sobrevalorado, y si no acordémonos de las primarias de 2017 con sufragio universal de la militancia y respuesta electoral ciudadana posterior. El viejo sistema ya no es de este reino.

La invitación, el rechazo y la necesidad de cambio en el gobierno de Andalucía abren un emocionante tiempo de reflexión que llevará a un proceso participativo y que tendrá su primera vuelta en el congreso federal de la segunda mitad de octubre.

Sabemos que hay quienes siguen pensando que lo que ocurre en la sala de máquinas de los partidos ni interesa a la ciudadanía ni arregla los problemas reales de la gente; y puede que sea cierto, pero no lo es menos que si nos despreocupamos de cómo se trabaja en la cocina, nos colocarán paquetes de aquí te espero.

¿Acaso votamos personas con nombre y apellidos? Votamos a partidos con listas cerradas y bloqueadas, y no es un cuestionamiento febril sino una fotografía; por eso debe importar, y mucho, lo que ocurre en la calle Ferraz, en Génova, en San Vicente o en Fernán Núñez.

Es bueno trasladar, más aún en tiempos recios, que las cosas hay que ganárselas y que se consiguen con esfuerzo y con trabajo, echando valor y no balones fuera. Los autónomos, profesionales liberales y trabajadores en general lo saben bien: no se regala nada y cada día es una batalla, cada crisis una prueba. Exijamos que los políticos se lo ganen también con sus procesos internos complejos y nos ofrezcan líderes que valgan, no que les valgan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios