Tribuna

Trinidad Salcedo

Secretaria de Acción Sindical y Negociación Colectiva CCOO Málaga

Derogación de la reforma laboral

Derogación de la reforma laboral Derogación de la reforma laboral

Derogación de la reforma laboral

La reforma laboral del 2012 fue un ataque directo a los derechos de las trabajadoras y trabajadores de nuestro maltrecho mercado laboral, desestabilizó el delicado equilibrio trabajador-empresario, abarató los costes de la extinción de los contratos y abrió la puerta al despido colectivo del personal laboral en Administraciones y Agencias Públicas. Asimismo permitía el despido de personas trabajadoras en situación de baja por enfermedad, incluida las bajas por accidente laboral. Los trabajadores quedaron entonces desprotegidos respecto a los empresarios. Al tener que demostrar que el despido es improcedente, las empresas sin justificar pérdidas, solo con preverlas, podían llevar a cabo un ERE. En resumen, el ancho del embudo para una parte y las estrecheces para la parte más débil.

El convenio colectivo fue uno de los grandes perjudicados por esta reforma laboral, el cual quedaba por debajo del convenio de empresa. A priori, esta medida puede no parecer muy lesiva, pero en realidad lo es, puesto que los convenios colectivos afectan a un mayor número de trabajadores de un sector. Es el divide y vencerás, ya que al atomizar la negociación de las condiciones laborales, éstas difieren enormemente de unos convenios a otros, con la circunstancia que los trabajadores salen perjudicados con respecto a un convenio de ámbito más general, como son los del sector. La negociación es más eficaz cuanto mayor es el número de trabajadores regulados; negociar individualmente o con un grupo reducido de personas es lo que la reforma laboral impuso a favor de la patronal.

Los sindicatos de clase más representativos, después de numerosas movilizaciones, que incluyeron la convocatoria de una Huelga General, no pudieron conseguir ningún avance para poder limitar el daño causado a las personas trabajadoras. En la actualidad, en Europa y en España, el panorama ha cambiado. Estamos ante nuevos vientos de socialdemocracia, donde son más necesarios que nunca, para poder salir de la crisis que ha provocado la pandemia del Covid-19. Por ello, en este contexto se hace muy necesario el derogar dicha reforma laboral.

El neoliberalismo que se instaló durante más de una década en el mundo occidental nos ha traído desigualdad y pérdida de derechos, incluso nos hemos convertido en sociedades enfermas de individualismo. El bien colectivo debería primar sobre el bien individual, como nos ha mostrado la pandemia que aún sufrimos. Para mejorar la recuperación de la economía, además de las ayudas que viene de Europa, se hace necesario mejorar las condiciones laborales de las personas trabajadoras para que el crecimiento sea sostenible y poder avanzar en empleo de calidad.

En "esta España mía, España nuestra, a veces madre y siempre madrastra" que parafrasean la inolvidable Cecilia y Ana Belén, tenemos un mercado laboral enormemente precarizado por las sucesivas reformas laborales llevadas a cabo por distintos gobiernos de signos políticos diferente, contaminados de males endémicos difíciles de reconducir mientras nuestra patronal esté imbuida en la cultura del pelotazo empresarial, sin poner en valor el activo más importante que tienen las empresas que son los recursos humanos.

Estamos ante una oportunidad única de revertir los nocivos efectos que las personas trabajadoras llevan sufriendo desde hace ocho años, cuando entró en vigor esta Reforma Laboral que el Partido Popular implantó de forma unilateral y que nos trajo un fuerte incremento de la precariedad, desigualdad, temporalidad, éxodo de nuestra generación de jóvenes mejor formados, incremento delos niveles de pobreza, brecha salarial, incompatibilidad de la vida laboral-familiar, aumento de la violencia de género, pérdida de los niveles de salud en gran parte de las personas trabajadoras, entre otros.

El perfil de las personas más afectadas son mujeres que se medican para poder trabajar, como es el caso de las kellys, cuanta más precariedad hay en el mercado laboral, menos posibilidades tienen las mujeres de subsistir de forma independiente en una sociedad que no nos lo pone fácil.

Son evidentes las situaciones que se viven y sufrimos a diario las mujeres: elección hijos versus trabajo, "si tienes hijos no te contrato", soportar situaciones de violencia machista por no tener trabajo, discriminación salarial, "por ser mujer haciendo el mismo trabajo cobras menos", etc. Tantas situaciones injustas que sufrimos por el mero hecho de ser mujer.

Todo este abuso empresarial sobre el más débil, se puede y se debe corregir y minimizar con el diálogo social, firmando buenos convenios colectivos que regulen estas situaciones. Europa abre la mano para poder corregir estas circunstancias: fondos europeos para la recuperación de la pandemia, llamamientos al diálogo social, a la reducción de la desigualda'd, son notas que suenan bien a los oídos de una simple trabajadora y que debe de servir para intentar conseguir un mundo más justo, con menos precariedad y que nuestros jóvenes puedan tener un futuro de vida digna, por todo ello "Derogar la reforma laboral: si por favor".

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