Tribuna

Antonio moreno alcaide

Inspector de Hacienda

Diferencias educativas regionales

Diferencias educativas regionales Diferencias educativas regionales

Diferencias educativas regionales / rosell

Ponderar las diferencias educativas regionales debería ser un cometido propio del análisis exhaustivo y fundado, aunque se preste a la simplificación. Además, pesar el conocimiento, para así comparar qué saben los niños y cómo se diferencian los de unas comunidades autónomas y otras en la balanza del saber, no es asunto sencillo, que se despache con una contundente aseveración. Sin olvidar que determinados mitos atribuyen efectos a circunstancias que no los propician en la medida que parece. De modo que hay materia.

Recientemente, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), con la colaboración de Fundación BBVA, ha presentado un estudio especialmente documentado y clarificador, Diferencias educativas regionales 2000-2016. Condicionantes y resultados, cuya lectura es de sobra recomendable para analistas de corto alcance, tertulianos omniscientes o convencidos acríticos. Desmóntese, entonces, un primer mito: el incremento del gasto público en Educación mejora los resultados escolares del alumnado. Ejemplo al canto: en euros contantes y sonantes de 2015, del mayor al menor gasto público en educación, el País Vasco gastó 7.320 euros por alumno, mientras que la Comunidad de Madrid lo hizo con 4.496. Pues bien, en resultados de la evaluación internacional de estudiantes PISA (2015), la Comunidad de Madrid obtuvo 516 puntos en Ciencias (resultado más alto, junto al de Castilla y León, con 519) y el País Vasco 483, con una media española, coincidente con la de la OCDE, de 493 puntos. Andalucía, en este caso, gasta 4.974 euros en Educación por alumno, muy cercana a Madrid, y la puntuación media de su alumnado en PISA es de 473, la menor de las comunidades.

Con perspectiva de más alcance, el profesor García Montalvo, de la Universidad Pompeu Fabra, en un comentario que, referido a los recursos educativos, incluye el informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español. 2018, de la Fundación Ramón Areces y la Fundación Europea Sociedad y Educación, detalla que, entre los años 2000 y 2009 la inversión pública española en educación se duplicó y, sin embargo, los resultados de PISA 2009 disminuyeron significativamente ante los del año 2000. Asimismo, aunque resulte paradójico, la reducción de la inversión pública en la crisis ha coincidido con una recuperación de los resultados del alumnado en esa prueba. Luego la conclusión, anunciada desde hace algún tiempo pero no siempre estimada, es clara: "Superado un nivel mínimo de gasto por alumno, por encima del cual España se sitúa hace tiempo, es más importante cómo se gasta que cuánto se gasta".

La equidad, por ello, constituye otro aspecto de interés, dada la fuerza de este otro mito: las diferencias socioeconómicas y culturales tienen una influencia directa en los resultados educativos del alumnado. En el Informe español PISA 2015, se indica que, cuando el índice social, económico y cultural (ISEC) causa menos variación en los resultados, el sistema educativo se considera de más equidad, dado que disminuye la influencia de las diferencias de origen del alumnado. Aquí interesa otro mito relacionado: las diferencias de logros dependen significativamente del centro en que se escolarizan los estudiantes. España mantiene uno de los más altos grados de equidad en su sistema educativo. Por ello, la variabilidad de los resultados entre distintos centros, tomando como referencia la prueba PISA, es de las más bajas, y las diferencias de resultados se constatan, en bastante mayor medida, entre alumnado de un mismo centro en lugar de entre estudiantes de centros distintos. Asimismo, nuestro país sobresale en el porcentaje de alumnado que obtiene rendimientos elevados a pesar de las dificultades de origen.

Castilla y León, entonces, no sólo destaca por ser la comunidad con mejores resultados en PISA 2015, sino por conseguir también el mayor porcentaje de alumnado de entornos menos favorables que obtiene niveles básicos de resultados en PISA: el 82%, frente a la media española del 68,4% y de la OCDE, 66%. Andalucía, con el 64,4%, tiene el porcentaje más bajo.

No se omita, finalmente, la controversia: diferencias de 30 puntos en PISA equivalen a un curso académico y 46 son los que separan a Andalucía de Castilla y León en PISA 2015, considerado sólo el alumnado de 15 años de edad. Pero hay diferencias regionales que deben estimarse para ponderarlo: Andalucía es la c'omunidad que cuenta con mayor porcentaje de centros en entornos menos favorables (55% ante el 33% de media en España y el 16% de Castilla y León); descontada la influencia del ISEC, los resultados de Andalucía se incrementarían sensiblemente; la población escolar andaluza supera los 1,8 millones de alumnos frente a los algo más de 400 000 de Castilla y León.

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