Monos sin fronteras Monos sin fronteras

Monos sin fronteras / rosell

Elpasado día 29 de junio recibí un correo electrónico de mi amigo Antoni Putin. El ex agente secreto ruso me felicitaba por mi Santo y, de camino, me pidió que le solicitara tres denominaciones para constituir una sociedad mercantil. Explicaba el significado de cada una. Eran: GIME S.L. (Gibraltareña de Importación de Monos para España); ISIS, S.L. (Importadora de Simios Internacionales Sanos); y CAMISSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Importación de Simios, Sociedad Anónima). Concluía con un "te llamaré".

Y ayer me llamó para contarme sus últimas andanzas. Al parecer, le ha afectado la remodelación del Gobierno: la salida de la vicepresidenta Carmen Calvo ha supuesto su cese como jefe de los servicios secretos españoles. No obstante, su amiga Remedios de los Dolores Magín (en adelante, Reme), pitonisa privada de Pedro Sánchez, ha conseguido del presidente del Gobierno que solo sea una baja temporal por asuntos propios. Por otra parte, Reme, muy aficionada al anís del Mono, averiguó que distintas administraciones y personalidades de la vida pública iban a necesitar con urgencia simios de diferentes características, y logró que Putin tuviera el monopolio de su absoluta comercialización a través de una entidad mercantil de nuevo cuño.

Antoni constituyó en Madrid CAMISSA (desechó las otras denominaciones por posibles confusiones eróticas o terroristas), y recibió numerosos pedidos: el ex ministro Pedro Duque, un mono tranquilo para llevarlo al espacio con Elon Musk; el zoológico de Madrid, un macaco trepador y simpático que distrajera a los niños; Ada Colau, una chimpancé mandona para mostrarla en el Centro municipal de "Nuevas Masculinidades" de Barcelona, con el objetivo de establecer definitivamente el papel dominador de la hembra alfa; y el CSIC, un mico sano para probar una vacuna contra el coronavirus.

El problema es que Antoni ha utilizado como distribuidores de los simios a unos amigos borrachines que se cogían una buena mona antes de repartir los primates entre sus destinatarios, con los consiguientes errores. De tal manera que el mono tranquilo solicitado por Duque se lo enviaron a la alcaldesa de la ciudad condal. El Centro de "Nuevas Masculinidades" se ha visto privado de gozar del mando de la chimpancé autoritaria. Colau presentó una protesta contra el centralismo madrileño, denunciado la vejación que supone para el feminismo estar representado por un mono tonto. Además, no respetaría el hecho diferencial catalán.

La chimpancé mandona para Barcelona terminó en el zoológico de Madrid, y como es una hembra alfa tiene intimidados a todos los macacos. Tanto, que ni saltan ni trepan y, desde luego, no se acercan a jugar con los niños. La presidenta Ayuso, airada, se quejó ante el Ministerio de Igualdad acusando a CAMISSA de "madrileñofobia". Irene Montero, ministra del ramo (y de la rama), negó cualquier discriminación de los monos madrileños y, furiosa, condenó el aberrante tráfico de animales.

El macaco trepador para el zoológico madrileño fue entregado a Pedro Duque con un pésimo resultado. Lo montó en la nave que pilotaba como chofer espacial de Elon Musk, y el simio, muy nervioso, tocó todos los botones fastidiando el programa informático del cohete. El astronauta español acabó despedido con macaco incluido.

El mico sano que demandaba el CSIC se escapó de la camioneta de reparto. Los amigos de Putin tuvieron que dar el "cambiazo": compraron uno en Gibraltar, eso sí, con los pulmones algo afectados. Ya se sabe, allí en el Peñón donde menudea el contrabando de tabaco hasta los monos fuman, y el pobre murió con la primera vacuna anticovid que le pusieron en el laboratorio. Un científico incineró al simio sin previa autopsia. Lamentablemente, se ignora si falleció por la vacuna en cuestión o por su extremo tabaquismo.

Con la CAMISSA por los suelos y sin monos en existencia, Miguel Iceta, flamante ministro de Cultura, se descolgó pidiendo un ejemplar sabio. Antoni, no supo entender esta solicitud; menos mal que Reme, como vidente, caló la idea del último mono del Gobierno y dijo: "Como novato en esto de la cultura, no creo que Iceta conozca el caso de Congo, el simio listo que aprendió a pintar

con Desmond Morris. Estoy segura de que lo que requiere es un monosabio, un auxiliar de picadores, al que nombraría como su asesor personal en tauromaquia antes que a un torero. Menosprecia al mundo del Toro". Putin, arrepentido, desea quitarse la CAMISSA de encima, liquidarla de una vez. Lo mismo luego funda una "ONG" para salvar a los monos.

En todo caso, le he recomendado que se vaya de vacaciones, y que en septiembre vuelva a lo suyo, al espionaje.

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