Tribuna

Miguel Guijarro hernández

Economista

Presupuestos, rentas y pensiones

Se pretende empobrecer a los pensionistas y mantener bajos los salarios para crear riqueza. Quien no tiene capacidad de negociación y pierde renta jamás se beneficiará de una mejora

Presupuestos, rentas y pensiones Presupuestos, rentas y pensiones

Presupuestos, rentas y pensiones / rosell

El presupuesto es la base de la acción política. Sin dinero no es posible ninguna actuación. Pero, además de esta característica, los presupuestos tienen otra de gran importancia y que muchas veces se desconoce. Una de ellas se denomina "asignación de rentas". Intentaré dar un ejemplo. En los años 20, un economista americano, Irving Fisher, diseñó lo que conocemos como IPC (Índice de Precios al Consumo) un índice para conocer el empobrecimiento al que se sometería una renta cuya revalorización fuese inferior a ese porcentaje. Respecto a las pensiones, la no revalorización en base al IPC significaría un empobrecimiento del pensionista. Con salarios casi estancados ocurre lo mismo. Con un crecimiento del PIB del 3% lo que ocurre es que la riqueza creada se está distribuyendo hacia sectores diferentes. Digamos la verdad: se pretende empobrecer a los pensionistas y mantener bajos salarios para crear riqueza. Conforme, ¿pero quién es el beneficiario de estas rentas? Y no juguemos a aquello de que cuando todo vaya mejor ya lo ajustaremos porque es una mentira absoluta. Quien no tiene capacidad de negociación y pierde renta jamás se beneficiará de una mejora.

El presupuesto pues lo que hace es asignar rentas en determinados lugares en lugar de hacerlo en otros. Es legítimo hacerlo, pero la gran pregunta es: si alguien se perjudica, ¿quién se beneficia y por qué? Debido a la limitación en los ingresos, el presupuesto funciona como un juego de suma cero, es decir, si alguien gana es porque alguien pierde. Esta es la pregunta clave que debe hacerse cualquier hacedor de presupuestos, y no valen las excusas vanas o los argumentos falsos. Además, cuando se produce un déficit, mayores gastos que ingresos, lo que ocurre es que se están adjudicando rentas futuras a hechos actuales. Esto es de extrema gravedad ya que le estamos pidiendo a nuestros descendientes que parte de sus rentas futuras nos las adjudiquen a nosotros. La razón es sencilla: los déficits presupuestarios deben ser financiados con deuda que deberá ser pagada en ejercicios venideros.

Merece una nota especial el tema de los presupuestos en la Seguridad Social, una cuenta con carácter anual en la que los ingresos provienen de los cotizantes y los gastos se adjudican a las pensiones y otros. Este es el sistema de reparto actual. Lo cotizado por alguien no tiene valor completo en su pensión futura sino que sirve para pagar las pensiones actuales. La cuenta anual de la Seguridad Social es deficitaria en unos 21.000 millones de euros. Esta cantidad se soluciona mediante transferencias del Estado que acude al mercado financiero; es decir, a la deuda, para su financiación. Por tanto, los actuales cotizantes y sus hijos son los que están pagando las pensiones actuales. Pero, ¿por qué es deficitaria esta cuenta? La razón es porque se adjudican rentas a quienes no cotizaron nunca, por un importe de aproximadamente 28.000 millones de euros anuales. Así visto, la cuenta de la Seguridad Social no es deficitaria, sería positiva en unos 7.500 millones de euros, lo es por la adjudicación que se hace. Estos 28.000 millones no pertenecen, de hecho, a la seguridad social sino que son, en realidad, unas subvenciones que concede el Estado y, su lugar lógico, serían los presupuestos generales y no el presupuesto de la Seguridad Social. Debido a muchas variables, como la pirámide poblacional, el alargamiento de la vida de los pensionistas... esta cuenta, aunque se pasaran a presupuestos generales lo que no le corresponde a la Seguridad Social, en algunos años, sobre todo cuando empiecen a cobrar pensiones los actuales cotizantes que pertenecen al denominado baby-boom de los años 60, tendrá un importante déficit casi insalvable. Es necesario, pues, hacer bien las cuentas y modificar el presupuesto de la Seguridad Social, de una forma ordenada, hacia un modelo distinto del actual, basado en un sistema mixto en el que una parte siga siendo usada como sistema de reparto, ya que es necesario seguir financiando el actual sistema y otra parte se base en cuentas nocionales, es decir, un sistema de capitalización y que los futuros pensionistas cobren su pensión en base a una mínima, aportada por la Seguridad Social y el resto en base a lo que se cotizó realmente.

Soy de la opinión de que se hace necesaria una explicación a los ciudadanos para que puedan tener una opinión basada en hechos reales y no, como ocurre ahora mismo, sólo en argumentos manipulados.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios