Tribuna

josé ramón sánchez · Alberto Plaza

Profesor de Finanzas de la UMA · Profesor de Economía de la UMA

La Resistencia: manual de 10 recomendaciones para la supervivencia futura de la pyme

Los autores redactan un manual que contiene 10 recomendaciones para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas

Preparativos en la terraza de un bar de Málaga para su apertura en la fase 1.

Preparativos en la terraza de un bar de Málaga para su apertura en la fase 1. / javier albiñana

ESPAÑA, 9 de marzo de 2020, las autoridades confirman el apocalipsis vírico en nuestro país. Seis días después se declara el estado de alarma. Comienza la batalla. Mientras las personas físicas se refugian en sus hogares y los servicios básicos, cuerpos de seguridad del Estado y personal sanitario luchan con armaduras de papel, las personas jurídicas libran otra batalla a vida o muerte.

La necesidad de liquidez para hibernar mientras dura la penumbra está provocando que muchas de ellas sucumban famélicas y pasen a formar parte del grupo de empresas denominadas zombies. Estas sociedades se encuentran intubadas, sin ningún síntoma favorable para recibir recursos a corto y en clara situación de insolvencia para financiarse a largo plazo. Las zombies ya pululaban entre nosotros antes de aparecer esta contingencia, sin resultados, con modelos de negocio poco eficientes y una especial habilidad para pagar mal y tarde.

Esta crisis enterrará desgraciadamente a muchas zombies, pero este shock, por otro lado, dejará una serie de lecciones que no olvidaremos nunca. Este manual contiene 10 recomendaciones para la supervivencia futura de la pyme. Estas empresas serán las que formen parte de La Resistencia, el último bastión que defienda la economía española de caer en la más profunda oscuridad jamás recordada.

  1. Negocia a tiempo. Anticípate. Toda previsión es poca. Tus objetivos y el de tus acreedores coinciden ya que tú quieres cumplir a toda costa y ellos cobrar. Solicita carencias bancarias, aplazamientos, fraccionamientos, y construye una agenda de cobros y pagos que seas capaz de asumir. Y, sobre todo, hazlo pronto. Si lo haces tarde, el daño puede ser irreparable.
  2. Reestructurar es mejor que amputar. En una empresa es importante conocer por qué no funciona correctamente un área o departamento. Una vez examinado, es el momento de meter el bisturí y reparar, unir o trasplantar para hacerlo más eficiente, fuerte y funcional. Una reestructuración puede mejorar notablemente el rendimiento general, evitando despidos innecesarios, y todo ello, sin necesidad de destripar la empresa. El efecto es inmediato: ahorro de costes y protección de la imagen corporativa.
  3. Imita el instinto de supervivencia del oso pardo. A nivel corporativo también debemos fijarnos en el reino animal. El oso pardo nos enseña una excelente lección. Cuando despierta es un cazador letal, lucha por su vida a zarpazos y devora todo lo que encuentra a su paso. Pero cuando llega el ocaso del verano, el oso pardo tiene muy claras sus prioridades: comer todo lo posible, ganar peso, gestionar sus reservas y buscar un refugio para el período invernal. Nuestro parque empresarial ha demostrado que no está preparado para la hibernación. Sus recursos son insuficientes para afrontar un cese temporal de actividad. Hay que ir en busca de la sostenibilidad perdida. Lucro y dividendos, pero también autofinanciación y ahorro. Y del equilibrio entre ellas trae causa la supervivencia empresarial.
  4. Corre por tu vida. Huye de la empresa zombie. No dejes que te muerda, porque en los momentos difíciles no sobrevivirás. La excelencia es una virtud que todas las empresas deben practicar y gran parte radica en el entorno en el que tu empresa interactúa. Haz cambios y deja atrás a los tóxicos. Prepárate para correr.
  5. Protege tu manada. Los boinas verdes son comandos especiales, capaces de llevar a cabo misiones imposibles. Elige bien a tu equipo y conviértelo en un cuerpo de élite. Pero sobre todo, protégelo. Salario justo, equipamiento adecuado y hazle ver que, ante la adversidad, eres el primero agarrando el arma y cargando a bayoneta calada como alma que lleva el diablo.
  6. Mantén cerca a tus amigos. Mientras se libra la batalla, un amigo te puede salvar la vida. Necesitamos rodearnos de los mejores e identificar quién es amigo y quién no, porque los amigos se cuidan mutuamente. Ampáralos bajo tu techo y ofréceles todas las facilidades. De su supervivencia depende también la tuya, ya que, en guerra, un amigo caído en combate ya nunca podrá vigilar tu espalda.
  7. Ten potencia de fuego. Optimiza al máximo tus recursos. Las armas deben estar listas para la batalla. Cuando abran los mercados, solo los que tengan potencia de fuego serán capaces de sobrevivir. Diversificación, expansión y economía de escala serán claves para garantizar el éxito, pero también lo será un adecuado mix de marketing.
  8. Elige bien a tus aliados. Si hay algo peor que verse solo ante el peligro, es verse mal acompañado. Asegúrate de tener a los mejores asesores. Un servicio de inteligencia infiltrado en los mercados debe servir de piedra angular para acompañarte en el diseño de los escenarios y estrategias futuras. Escúchalos y déjate guiar.
  9. Toma solo riesgos asumibles. Si bien en determinadas situaciones la mejor defensa es un buen ataque, no es menos cierto que se deben elegir las batallas a librar y ponderar correctamente los riesgos con el fin de asegurar que somos capaces de asumirlos. Los pasos en falso pueden costar caro.
  10. Y por último lucha como si te fuese la vida en ello. La proactividad del empresario debe ser base e inspiración para la organización. Reinvéntate, innova, fórmate continuamente, sé agresivo cuando toque y ofrece siempre la mejor versión de ti. Que el miedo y las dudas nunca te bloqueen. Por ello ante la adversidad, lucha como si te fuese la vida en ello.Y recuerda que en ocasiones es mejor que en el campo de batalla rece el lema aquí corrió antes que aquí cayó. Practicando este decálogo nos quedan aún muchas carreras en las que participar. No lo olvidéis, sois La Resistencia.

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