Tribuna

Jesús jordano fraga

Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Sevilla

En defensa de la Constitución

Se utiliza como argumento de la secesión que el movimiento es pacífico y democrático. Ésta es la mayor falacia, porque al otro se le señala, se le amenaza y se le excluye

En defensa de la Constitución En defensa de la Constitución

En defensa de la Constitución / rosell

Desde 1978 convivimos en paz, nuestro bien más valioso. Nuestra Constitución ha garantizado uno de los periodos de paz, libertad y prosperidad más grande de nuestra historia. La paradoja es que la Constitución sufre, en estos momentos, una doble pinza. De un lado, el cuestionamiento de la extrema izquierda (Podemos) que hace tabla rasa de la transición. Del otro, desde el nacionalismo extremo identitario (Junts, CUP, Bildu) negando ahora ya abiertamente su primacía como fuente del Derecho -Puigdemont solo se somete al Parlamento de Cataluña-.

No puedo admitir que se defiendan estas ideas desde la manipulación torciendo la historia, el Derecho y el propio sentido común. Entiendo la desesperación de Borrell frente a la irracionalidad de los argumentos nacionalistas que él ha desmontado en su libro Las cuentas y los cuentos de la Independencia (balanzas fiscales, la falsedad de los 16.000 millones, automática salida UE, etc.). La misma desesperación tengo desde el plano jurídico pues no existe derecho a la autodeterminación en un Estado democrático, pues Cataluña no es un pueblo colonizado o sujeto a dominación extranjera -Resolución 2625 (XXV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas-. Ninguna Constitución europea reconoce el derecho de secesión. Y recordemos cuántas guerras han provocado la secesión interna de los Estados. La Guerra de Secesión de Estados Unidos con 617.000 muertos causó mas bajas en ese país que la Primera y Segunda Guerra mundial juntas.

¿Imaginan la reacción de Trump o Macron ante idéntico desafío? No sé ustedes, pero yo en este ejemplo hipotético en América veo a Puigdemont y Junqueras con trajes naranjas y grilletes -dejo claro que no lo deseo-. Y nos quieren hacer creer que España, uno de los mayores espacios de libertad y tolerancia es la caverna. Basta mirar el trato a la diversidad en la frontera inmediata (País Vasco francés y el Departamento de los Pirineos Orientales). Lejos de la imaginación está la Supreme Court en su sentencia Texas v. White, negando el derecho de secesión de Texas. Más recientemente en 2013, la Casa Blanca ha rechazado de forma rotunda una petición firmada por 125.746 personas para que el presidente permitiese al Estado de Texas abandonar los Estados Unidos.

Se utiliza como argumento de la secesión que el movimiento es pacífico y democrático. Ésta es la mayor falacia porque al otro se le señala, se le amenaza y se le excluye. Que se lo digan a Boadella, Arrimadas, Albiol o a los alcaldes socialistas. La quema de las banderas francesa y europea es también una declaración de principios. ¿Pero no quieren los independentistas que Cataluña sea una república en Europa?¿ERC y las CUP aceptarían la política de estabilidad del 3% de déficit y el euro?

Dividir la sociedad provocando una fractura es también violencia. Si este disparate no se frena se produciría una división de legitimidades jurídicas en impuestos, puertos y aeropuertos, o defensa. ¿Es que acaso es posible esa doble legitimidad sin violencia? El enemigo no es solo el "españolista" sino quien políticamente no comulga con ellos. La dialéctica es tratar como apestados a los culpables de todo (como los judíos en el III Reich): y la dialéctica revolución/independencia es la misma que en la Guerra Civil. Tengo claro en el siglo XXI no cabe la independencia unilateral en Europa. Con la misma claridad veo que si eso se produjera las principales víctimas serían las clases medias sometidas a los designios delirantes de Podemos, ERC y las CUP.

A estas alturas, son muchas las incertidumbres, también son muchas las certezas. La actuación del letrado mayor del Parlamento, del secretario general de Barcelona y el mismo diario ARA, o los Mossos abriendo finalmente pasillo tras recibir la orden, forman parte de las certezas y anticipan lo que puede ocurrir el 1 de octubre. No se van a arrojar como en Boston las bolsas del té al agua. El 1 de octubre los ciudadanos no participarán en el falso plebiscito que incumple todos los criterios recogidos por la Comisión de Venecia. Nos jugamos nada más y nada menos que la convivencia en paz. El ajedrez requiere anticiparse al juego del adversario. Si el objetivo final de la pinza descrita no es la imposible independencia el 2 octubre, la respuesta tiene que ser congruente y proporcional con ese objetivo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios