Tribuna

Fernando Rodríguez Hervella

Delegado de Educo en Andalucía

Un reto alcanzable

Un reto alcanzable Un reto alcanzable

Un reto alcanzable / rosell

Finaliza el curso escolar y comienzan las esperadas vacaciones para cientos de miles de niños y niñas. Al mismo tiempo, muchos hogares especialmente, los que viven en una situación más precaria- se preparan para unos meses en los que el malabarismo financiero y de organización familiar se complica aún más. Porque el verano, asociado en el imaginario colectivo a felicidad, descanso y buenos momentos, es también la época del año que más claramente visibiliza la pobreza infantil. Los viajes en familia, los campamentos, la montaña, el mar, las nuevas amistades en sitios por descubrir… contrastan con el aislamiento, la soledad, la desprotección y la falta de opciones de ocio y tiempo libre para miles de niños y niñas en Andalucía.

Centrándonos en la alimentación como uno de los indicadores básicos y más visibles del bienestar, en Educo llevamos a cabo programas, campañas y reivindicaciones políticas para incidir en el impacto que el comedor escolar tiene en niños y niñas, y también en sus familias. El comedor escolar es clave no sólo por el hecho de garantizar una comida nutritiva y completa al día. A nivel educativo, ofrece un espacio para el aprendizaje y la convivencia, y es también una herramienta fundamental en la prevención del absentismo escolar, algo que la Administración debería tener muy en cuenta al encabezar Andalucía la tasa del abandono escolar prematuro -con un 17,7%- en España y en Europa. Y no podemos obviar otro de sus muchos efectos beneficiosos para el bienestar de la infancia: el de ser un espacio seguro y de protección. Muchas familias indican que si sus hijos no fueran al comedor tendrían que comer solos en casa o ir y volver a la escuela solos.

A partir de estas evidencias que día a día viven los centros educativos, las familias y los propios niños y niñas que asisten al comedor, llevamos muchos años insistiendo en la necesidad de garantizar el acceso a éste durante todo el año, más allá de la cobertura (aún insuficiente) que ofrece el espacio educativo durante el curso académico. Al hablar de cobertura insuficiente lo hacemos a partir de algunos de los datos que arrojamos en nuestro último informe, Comedor escolar universal y gratuito: un objetivo alcanzable y urgente. En Andalucía, un 20% de los centros públicos de Primaria no disponen tan siquiera de un espacio de comedor, y en el 80% restante de centros que sí disponen de un servicio de comedor, tan solo asiste un 33% del alumnado. Por otra parte, para ilustrar el insuficiente alcance de las ayudas, las becas comedor sólo llegan a un 11% del alumnado, mientras el INE, en su Encuesta de Condiciones de Vida, señala que la pobreza infantil casi cuadriplica esa cobertura, ya que afecta al 37,4% de los menores de 18 años en Andalucía.

A partir de estos datos y de los testimonios de muchas familias en situación de pobreza, entendemos que uno de los obstáculos más importantes para acceder al comedor reside en la falta de recursos de muchas familias para hacer frente al pago del mismo. En base a estos argumentos, creemos que es necesario que, al igual que han hecho otros países de nuestro entorno en su apuesta por erradicar la pobreza infantil, como Reino Unido o Suecia, el comedor escolar ha de ser universal y gratuito. La alimentación adecuada es una pieza clave en el derecho a una educación equitativa y de calidad, y para garantizarla es pertinente que se realicen las modificaciones presupuestarias, fiscales y normativas necesarias. Entendemos que, en esta transición hacia el comedor universal, quienes primero deben acceder son los niños y las niñas en situación de riesgo de pobreza y exclusión social, y para ello pedimos que se defina de forma prioritaria un plan específico de cobertura a los cerca de 400 centros escolares que no disponen de comedor escolar.

En un contexto de derechos básicos cuyo ejercicio depende del presupuesto que las comunidades autónomas destinan a políticas de educación y de igualdad, es importante acercarnos a lo que podría suponer el coste económico que supondría garantizar el acceso universal y gratuito al comedor, priorizando en una primera fase a los cerca de 600.000 niños y niñas que viven en situación de pobreza en Andalucía. Según la estimación económica realizada por Educo, para que los más de 400.000 niños y niñas de Primaria de los centros públicos tengan acceso al comedor escolar habría que invertir 298 millones de euros. Con un carácter de mayor urgencia, mientras no sea posible que los centros públicos andaluces de Primaria tengan un comedor gratuito y universal para todo su alumnado, Educo pide poner el foco en la infancia más vulnerable. En este sentido, con una inversión de 176 millones de euros se puede garantizar que unos 269.000 niños y niñas en situación de pobreza tengan acceso al comedor escolar. Se trata de magnitudes que no nos parecen elevadas si tenemos en cuenta el enorme impacto que el comedor escolar tiene en el bienestar presente y futuro de niños y niñas, de sus familias y de su entorno.

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