Tribuna

Claudia Zafra Mengual

Presidenta de Unicef Comité Andalucía

La salud mental de los menores es urgente

Los problemas de salud mental y el malestar emocional son causas importantes de sufrimiento que, a menudo, se pasan por alto y que interfieren en la salud de los menores

La salud mental de los menores es urgente La salud mental de los menores es urgente

La salud mental de los menores es urgente / rOSELL

España es el país europeo en el que los adolescentes sufren mayores problemas de salud mental, cerca de un millón de chicos y chicas de entre 10-19 años viven con un trastorno diagnosticado. El impacto de la Covid-19 y sus consecuencias han puesto en evidencia la necesidad de que la salud mental sea una prioridad ineludible en la respuesta a la pandemia y en la reconstrucción de nuestra sociedad. La salud mental y la salud física están íntimamente conectadas, no es posible una sociedad sana si no cuidamos de ellas.

El derecho a la salud mental es una parte esencial del derecho humano a la salud. En nuestro informe de junio de 2020 Salud mental e infancia en el escenario de la Covid-19, Unicef España alertaba de que muchos niños, niñas y adolescentes en nuestro país estaban expuestos a situaciones estresantes, traumáticas y dolorosas, derivadas del confinamiento y de la pandemia. Las condiciones de partida no eran favorables, con una permanente infradotación de recursos para los servicios públicos de salud mental y apoyo psicosocial, problemas de coordinación entre los distintos actores de la red a todos los niveles, la ausencia de una especialización formal en infancia y adolescencia dentro de las ramas de psiquiatría y psicología clínica y la carencia de estrategias específicas, tanto a nivel nacional como autonómico.

Afortunadamente, en los últimos meses se han dado pasos en la dirección correcta. A nivel estatal se ha anunciado un plan de acción con dotación económica hasta 2024, se ha reconocido la especialidad de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia para la próxima convocatoria de formación especializada y seguimos con sumo interés la Proposición de Ley General de Salud Mental, en marcha en el Congreso de los Diputados.

La salud mental de nuestra infancia es una cuestión prioritaria también a nivel internacional. En el reciente informe Estado Mundial de la Infancia 2021, Unicef advierte de que los problemas de salud mental y el malestar emocional son causas importantes de sufrimiento que, a menudo, se pasan por alto y que interfieren en la salud, la educación y desarrollo de niñas, niños y adolescentes. La prevalencia de trastornos mentales en los chicos y chicas de 10 a 19 años en el mundo es del 13,2%, en Europa aumenta hasta el 16,3%, y en España hasta un 20,8%, la más alta a nivel europeo.

El pasado mes de abril, desde Unicef Comité Andalucía, analizamos el impacto de la pandemia en los chicos y chicas andaluces. El personal técnico local consultado, que trabaja directamente con ellos y sus familias en nuestros pueblos y ciudades, también nos advirtió de las consecuencias que la situación del último año y medio ha tenido para nuestra infancia y adolescencia y reclaman más atención psicológica para combatir las consecuencias derivadas de las carencias afectivas, comunicativas y sociales que han padecido. Todos los chicos y chicas participantes en el estudio afirmaban haberse encontrado con situaciones de estrés derivadas de la incertidumbre vivida, la imposibilidad de ver a la familia y a los amigos y el miedo a lo que podría pasar. Más allá de los factores individuales, se trata también de una cuestión social. La pobreza, la discriminación y la violencia son contextos de riesgo extremo para la salud mental de nuestros niños, niñas y adolescentes. Por eso hay que facilitar, especialmente a los grupos más vulnerables, el acceso a la atención sanitaria especializada y contar con infraestructuras suficientes.

En los últimos tiempos se están abriendo oportunidades de mejora en Andalucía. Se están incorporando psicólogos clínicos para atención primaria, que servirán de enlace con medicina de familia, enfermería y trabajadores sociales. Y, recientemente, se ha puesto en marcha el proceso de elaboración de una Estrategia de Salud de la Infancia y la Adolescencia en Andalucía, que tiene muchos retos a los que responder. Uno de los más importantes será garantizar una asistencia suficiente e integral para las personas menores de edad con problemas de salud mental, contando también con las familias y los centros educativos.

En cuanto a los estereotipos y estigmas que acompañan a la salud mental, tenemos que tener claro que un diagnóstico no define a una persona, que nadie "es" un diagnóstico y que la salud mental no debe ser un lujo solo al alcance de quienes tienen tiempo o dinero, no es algo opcional. Una buena salud mental es clave para que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de desplegar todas sus potencialidades como personas en una sociedad más justa y equitativa.

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