Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz

José Blas Fernández: “Nuestra figura en los juzgados aporta un enorme valor, incluidos los recursos de suplicación ante los Tribunales Superiores”

  • Fernández está al frente de un colectivo de más de 800 operadores del Orden Social y Laboral

El presidente del Colegio de Graduados Sociales, José Blas Fernández Sánchez.

El presidente del Colegio de Graduados Sociales, José Blas Fernández Sánchez.

EL Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta cumplirá en un año el 50 aniversario de su creación. Hoy en día, más de 800 profesionales suponen una garantía para el buen funcionamiento de la Justicia del Orden Social y Laboral y numerosas funciones de ámbito socio-laboral. Y no solo eso, los graduados sociales ejercen como docentes en los Grados Universitarios, actúan como responsables de los Recursos Humanos de las empresas, son auditores especialistas en procedimientos de la Ley Concursal, y son eficaces y reconocidos mediadores. Por último, están acreditados como peritos judiciales.Al frente de esta corporación se encuentra, como presidente, desde hace más de 40 años un verdadero referente de la profesión en España: José Blas Fernández Sánchez. Desde hace dos ejercicios preside también el Consejo Andaluz de Colegios de Graduados Sociales y es presidente de honor del Consejo de España, tras haber sido su presidente efectivo y, también, del Consejo Europeo.

¿Qué momento vive el Colegio de Graduados Sociales y los profesionales que lo integran?

Sin duda, un momento interesante porque somos un elemento clave en la relación entre las empresas y los trabajadores, y viceversa. Somos verdaderos expertos en la situación de esa gran parte de la tarta del tejido productivo que son las pymes y las micropymes. El Colegio juega un papel esencial, no solo en la defensa de la profesión y su rol como operadores jurídicos, sino también en aspectos como la formación continua en un sector con una enorme complejidad normativa. Administramos a diario los cambios que se suceden en cuanto a normativa, facilitando a nuestros colegiados canales continuos de comunicación, especialmente orientados ahora a lo digital, para mantenerles permanentemente al día. Quiero destacar que es un papel colectivo, de una junta de gobierno que me honro presidir que trabaja como un verdadero equipo, y de la aportación constante de todos nuestros colegiados. Yo no soy más que la cara visible de este gran colectivo humano.

¿Ustedes se quejan que la Justicia, especialmente en los niveles de Primera Estancia, no están debidamente especializados como ustedes sí lo están?

Efectivamente, es una reivindicación constante de nuestro colectivo profesional. Por ejemplo, no se entendería que un juez sin experiencia en asuntos penales juzgara un asesinato. Nosotros somos operadores en la jurisdicción, Social y la Mercantil, superespecializada y en constante cambio. Faltan, sin duda, jueces especializados en esta materia. No vale que cualquier magistrado pueda ponerse al frente de asuntos de enorme complejidad, que ponen sentencias que son automáticamente recurridas por no estar acorde a la realidad. Esta situación provoca cuellos de botella en los tribunales superiores, donde existe una alta incidencia de revisión de las sentencias que proceden de los juzgados de primera instancia, con fallos que suponen un giro de 180 grados sobre la decisión inicial del juez de turno. Todo esto supone un enorme coste, no solo personal para los trabajadores y las empresas afectadas, sino también en lo relativo a los recursos de que dispone la Justicia Social y los retrasos en resolver los temas. Sin duda, la especialización de los jueces en esta materia es una asignatura pendiente.

El colegio que usted preside es también un reconocido actor de la sociedad gaditana.

Gracias. Y permítame añadir también de Ceuta. Como corporación de derecho público tratamos de aportar a la sociedad nuestro granito de arena. Nos sumamos a todas las demandas que entendemos, al margen de consideraciones políticas, son necesarias para nuestra profesión, como la carencia de sedes judiciales dignas, que en el caso de Cádiz es además un gran agravio por la falta de una Ciudad de la Justicia que ponga fin a la dispersión y el derroche de sedes repartidas en lugares distantes. Del mismo modo, tenemos una situación de observación privilegiada de la situación de las empresas, del mercado laboral y de las demandas de formación que se exigen hoy en día en un entorno global y competitivo como en el que nos encontramos.

¿Cómo se prepara la profesión para el futuro?

Anticipándonos. La crisis que nos hizo tambalearnos en 2008, nos sacudió y sirvió para adaptarnos a nuevos paradigmas en todo lo relativo a asuntos sociales y laborales. Hemos vivido situaciones muy duras que han reforzado la importancia social de nuestra profesión: expedientes de regulación de empleo, despidos, cierres patronales o conflictividad laboral, por poner algunos ejemplos de los asuntos que a lo largo de la crisis se incrementaron notablemente. Transcurridos casi 12 años de aquello, sin duda hemos mejorado nuestra capacidad de adaptación al cambio. Hemos mejorado el pulso inmediato al mundo del trabajo y llevamos a cabo una labor fundamental, la de hacer posibles que derechos y obligaciones de trabajadores y empresas sean compatibles y ayuden a hacer éstas últimas sostenibles en el tiempo.

Ya nadie se cuestiona su rol de operadores jurídicos, ¿no?

Eso creemos. Hemos llegado a conseguir una meta que comienza con unos estudios universitarios que tienen el mismo rango, de grados, que el Derecho. Y, por supuesto, que eso se traslade a ocupar un lugar destacado en la Justicia Social, en la que somos verdaderos expertos. Nuestra figura procesal en los juzgados aporta un enorme valor, incluidos los recursos de suplicación ante los Tribunales Superiores de Justicia.

¿Nuevos retos para 2020, antesala de su 50 aniversario?

Soy el decano de todos los presidentes de España, pues llevo al frente del Colegio de Cádiz desde 1980, y también he sido presidente del Consejo General. Ahora presido el Consejo Andaluz donde tenemos el 40% de los colegiados de todo el país. Es la comunidad más fuerte: ocho provincias, más Ceuta y Melilla, adscritas a Cádiz y Málaga, respectivamente. En todos estos años he aprendido que el valor de perseverancia, la constancia y defender lo que uno considera justo y necesario, es el cimiento fundamental para cualquier colectivo. Hoy puedo decir con orgullo que labor del gran equipo que me honro presidir está en esa línea de mejorar día a día, innovando y aportando a nuestro entorno un papel fundamental. En 2020 vamos a preparar una gran campaña para elevar el orgullo y sentido de pertenencia a esta gran profesión que es graduado social. Por último, queremos que en 2020 se ejecute por el Gobierno la Ley que regula nuestro acceso al turno de oficio, la llamada justicia gratuita, que tiene que ponerse en práctica. Del mismo modo, que se reconozca la formalización del Recurso de Casación al Tribunal Supremo.