Personajes con sabor

Javier Ferrer Morató: el gestor en la sombra

  • Una vida dedicada con vocación a la gestión pública, acude a nuestra cita en el restaurante La Cocotte

José A. Córdoba , Rogelio A. Silva  (ambos socios-propietarios),  Javier Ferrer y Juan Luis Pinto.

José A. Córdoba , Rogelio A. Silva (ambos socios-propietarios), Javier Ferrer y Juan Luis Pinto. / Paco Menjivar

Vaya por delante, en esta primera crónica de 2019, mis deseos de felicidad y salud, mucha salud, para todos. Se intuye un año lleno de ilusiones y esperanzas. Ojalá no nos defraude.

El título de esta crónica puede parecer el de una novela, probablemente de género negro, pero les aseguro que es el que más le cuadra a nuestro invitado de hoy: Javier Ferrer, en la actualidad gerente del Museo Carmen Thyssen, con un currículo profesional más que interesante a sus espaldas. Siempre ligado a la gestión y a lo público, su gran vocación, un hombre serio, sincero y directo en sus palabras, pero cercano y cálido y sobre todo con un amor sin límites por nuestra ciudad. Ahora les cuento. No se lo pierdan.

El restaurante: La nouvelle Cocotte

La chef Macarena Jaime, junto a Pinto y Ferrer La chef Macarena Jaime, junto a Pinto y Ferrer

La chef Macarena Jaime, junto a Pinto y Ferrer / Paco Menjivar

Escogimos para este primer encuentro un restaurante conocido por los malagueños pero que hace tan solo unos meses ha iniciado un nuevo proyecto. Se trata del restaurante La Cocotte, ahora La nouvelle Cocotte de la céntrica calle Strachan. Estuvimos hablando con sus socios propietarios, José A. Cordoba –quien además hace las veces de jefe de sala–, y Rogelio A. Silva, quienes se mostraban ilusionados por el nuevo proyecto y los cambios que en él han efectuado. Para ello cuentan además con la inestimable colaboración de un equipo de profesionales, ocho en total, y con toda una gran chef, Macarena Jaime, al frente de la cocina, quien nos demostró a lo largo de la comida su destreza en los fogones. Felicidades.

El invitado: Javier Ferrer

Javier Ferrer Javier Ferrer

Javier Ferrer

Para conocer un poco más de la figura de Javier Ferrer hemos de remontarnos a más de treinta años atrás, mediados de los años ochenta, cuando Javier, tras aprobar unas oposiciones a auxiliar administrativo en la Gerencia de Urbanismo, –en esos momentos estaba en segundo de Derecho– inicia su trabajo en la gestión. “Así fue. Y más tarde, cuando finalice la carrera en 1991, me convertí en técnico”.

Ha estado muchos años ligado a la figura de nuestro alcalde, Francisco de la Torre, hasta el punto de que mucha gente pensaba que era su mano derecha. “[Silencio] Bueno, esto se decía, y muchas otras cosas, ya sabes cómo es el mundo de lo público y la política [risas], pero sí, él era concejal de esa área y cuando fue nombrado alcalde, me ofreció incorporarme como su coordinador general del Ayuntamiento, jefe de gabinete, lo que me hacía estar en contacto directo y permanente con él”.

No debía estar descontento con su trabajo cuando contó con él para un cargo de tanta confianza. “Nunca he militado en política por lo que, sí, entiendo que le gustaba mi forma de trabajar. Me considero una persona que se ha entregado siempre a tope con su trabajo y que la gestión que he hecho a lo largo de estos años, así lo avalan. Soy una persona combativa. Fueron en total diez años. La prensa llegó a decir cosas increíbles sobre mí y mi relación con el alcalde”.

Y me interesé por su gestión actual en el Museo Thyssen, una de las referencias culturales de nuestra ciudad. “Lo del Thyssen fue algo muy especial. Estuve vinculado, desde el Ayuntamiento en todos los trámites previos a la firma del convenio y la creación del museo, hasta el punto que el primer documento del Thyssen lo llevé en mano a la baronesa, personalmente, a La Moraleja. Fue ella, Carmen Thyssen, quien me llamó. Después de varias semanas de conversaciones, finalmente Francisco de la Torre dio el visto bueno para ocupar mi cargo de gerente. Eso fue hará ahora en marzo ocho años.”

Y me interesé por su relación con la baronesa y la evolución del Museo. “[Silencio] Ella es una persona con la que resulta fácil trabajar. Atiende a razones y me respeta muchísimo. Su deseo es que el museo se quede en Málaga para siempre. El museo es ya parte viva de la cultura malagueña. Recibimos una media de 160.000 visitas anuales, y de ellas más de treinta mil son malagueños. Tenemos casi veinte empresas que colaboran con el museo, varios centenares de malagueños que son amigos del museo, y comercios, fundaciones, asociaciones, colegios oficiales, todo eso suma, y no refiero a la parte económica –que también es muy importante– si no a la implicación de la sociedad malagueña.”

Desde luego que la vehemencia con que se expresa Javier despeja cualquier duda por su ilusión con su trabajo. Y continuó. “Nuestro éxito radica en la normalidad y en que es un museo pensado para las personas. Nuestra colección es muy vistosa, muy didáctica, para todos los públicos. Y por supuesto el equipo humano, de profesionales con que cuento. Un total de veinticuatro personas. Soy una persona muy exigente y a veces hasta testarudo [risas] pero procuro consensuar con el equipo”.

O sea que el museo rueda solo…” [Risas] No, no para nada. Es más, somos conscientes de que el museo podría crecer, debería crecer. El público sale muy satisfecho, pero necesitamos más inversión en publicidad. La que tenemos es muy, muy justa. Estar presentes en grandes capitales. ¿No será que hay muchos museos? “No. Los museos dan una gran aportación a la ciudad: económica, pedagógica, turística y es un canal importantísimo de comunicación. No, no hay muchos museos. Es más, creo que los museos deberíamos coordinarnos más, aunque somos muy jóvenes todavía y tenemos mucho por recorrer. Creo que es justo reconocer que el alcalde tiene mucho que ver con todo esto”.

Pues dicho queda. Me refiero a la implicación del alcalde en la cultura de nuestra ciudad, y la petición de más inversión en publicidad. Y hablamos de Málaga. “Soy un amante de nuestra ciudad. Muy malaguita. Le evolución de nuestra ciudad es fantástica. Nada más que hay que mirar las calles. Pero dicho esto, debemos volver a repensar este momento álgido. Aunque estamos a gran nivel se pueden hacer las cosas mejor. No debemos conformarnos ni dejar de pensar. Tenemos orgullo de ciudad. Hace muchos años que venimos trabajando para estar donde estamos”. Y con esta interesante reflexión continuamos con la comida.

La comida

Uno de los platos Uno de los platos

Uno de los platos

Personalmente José quiso atendernos durante nuestro recorrido gastronómico. Tras descorchar una botella de Dominio de Tares, godello, tomamos un tartar de pato con helado de mostaza que estaba riquísimo para continuar con una de las especialidades de Macarena: ceviche de vieira con leche de tigre y mango. Realmente delicioso. Un plato que recomendamos degustar.

Y nosotros continuamos con nuestra conversación. Después de tantos años dedicado a la gestión, ¿no se ha planteado nunca entrar en el mundo de la política?. “[Silencio] Siempre me ha gustado mucho todo lo relativo a nuestra ciudad y me gusta le gestión pública. Nunca he recibido ninguna propuesta pero, por mi involucración y cercanía con todo lo político, no me disgustaría”.

Uno de los platos. Uno de los platos.

Uno de los platos.

Pues los políticos no están precisamente en su mejor momento, y no lo digo yo, lo dicen las encuestas. “[Silencio] ¿Sabes? Debería existir una institución de formación específica para los políticos. He vivido cerca de ellos y muchos andaban perdidos. Y hoy en día pasa lo mismo. Llegan con la visión de los partidos, bastante sectaria por cierto y esto hace que exista una pérdida de perspectiva de la misión política que es el desarrollo y el avance de la sociedad”. ¿Te sientes reconocido? “[Silencio] Los reconocimientos son efímeros y difíciles de reconocer. Me quedo con el trabajo realizado”. Como decía al principio, sinceras y directas las palabras de Javier.

Y continuamos la comida con un lomo de dorada cocinado a baja temperatura con aceite y ajo y acompañado de compota de calabaza y coco –realmente buena– y verdura salteada. Un plato pleno de texturas y sabores. Para acompañar el plato que vendría a continuación, José descorcho una botella de la producción propia de bodegas Lara, Tres Generaciones, en esta ocasión de El Lero, un vino tinto con el que nos encantó brindar y comenzar esta primera crónica del año. Vino que le hizo los honores al solomillo a la plancha con compota de boniato, mango y pasas.

Uno de los platos. Uno de los platos.

Uno de los platos.

Le pregunte a Javier por sus proyectos más inmediatos. “Su familia y especialmente dejar situados a sus hijos” Finalmente, y antes de llegar a los postres, le pedí un mensaje para todos los malagueños. “[Silencio] Les pediría que valoren todo lo que se ha hecho hasta ahora en Málaga, especialmente para no caer en críticas interesadas. Y que confíen en este proyecto de ciudad porque el éxito va a continuar”.

Un brownie de triple chocolate con espuma de remolacha nos sirvió para cerrar tan espectacular recorrido gastronómico. Mis felicitaciones a Macarena Jaime, a José A. Córdoba por sus continuas explicaciones y a todo el equipo de La nouvelle Cocotte por un futuro más que prometedor. A nuestro invitado Javier Ferrer un agradecimiento especial por mostrarnos ese hombre que lleva toda una vida trabajando para nuestra ciudad. Sin dar un ruido. En la sombra.

Los vinos

Blanco: Dominio de Tares. Godello. Un extraordinario vino blanco de la denominación de origen del Bierzo y Castilla León. Elaborado con variedad Godello al 100% lo que nos presenta un vino dorado, con sabores a frutas y muy equilibrado.

Tinto: Tres Generaciones. El Lero. Vino de producción propia de Bodegas Lara elaborado en Ronda con la conjunción de tres uvas: tempranillo, Cabernet Suvignon y Syrah y seis meses en barrica de roble francés. Una mezcla perfecta que le da un carácter exclusivo y unas notas afrutadas características de este ya prestigioso vino. Muy recomendable.

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