El alcalde de Antequera, Manuel Barón, que ha iniciado su tercer mandato con mayoría absoluta al frente del Consistorio, anunció ayer el reparto de delegaciones en su gobierno, en el que Juan Rosas se convierte en primer teniente de alcalde y Ana Cebrián será la portavoz, sustituyendo en este cargo a Ángel González, aunque continuará como portavoz adjunto y será el tercer teniente de alcalde.

Mientras tanto, uno de los hombres fuertes del PP malagueño y actual portavoz adjunto en el Parlamento andaluz, José Ramón Carmona, se hará cargo de una de las áreas de nueva creación, como será Logística. Precisamente, este departamento está llamado a tener un importante peso dentro del nuevo Gobierno local, ya que tendrá el desarrollo del Puerto Seco como uno de sus grandes objetivos, para lo que tendrá que contar con la colaboración de la Junta de Andalucía y la parte privada que también participa en este importante proyecto que se espera desarrollar junto a Bobadilla y que se encuentra en estos momentos en la fase final de su tramitación administrativa por parte del Gobierno andaluz.

Además, también estará al frente del área de Inversiones para el Empleo. Un departamento que también tendrá bajo su responsabilidad el centro logístico, las relaciones con el gobierno de la Junta de Andalucía o la coordinación de los planes de obras de otras administraciones.

En cuanto al resto de grandes áreas, Urbanismo seguirá en manos de Teresa Molina, mientras que Patrimonio Mundial será responsabilidad de Juan Rosas, un área que se tendrá que enfrentar a la segunda evaluación de la Unesco.

En cuanto a Turismo, otro departamento que ha sido muy importante en los gobiernos de Barón, será responsabilidad de Ana Cebrián, que también tendrá bajo su responsabilidad los asuntos relacionados con el Caminito del Rey o la Fundación de Ciudades Medias del Centro de Andalucía.Por otra parte, el área de Hacienda será para una de las caras nuevas del gobierno, Antonio García.

El regidor se mostró muy satisfecho con la configuración del gobierno, ya que considera que es “equilibrado” y que permite aprovechar la experiencia de los compañeros que siguen en la gestión con la llegada de los nuevos ediles y aquellos que tienen que compartir con otros asuntos.