Provincia

Barrientos declara como imputado por una venta irregular de parcelas

  • El ex alcalde compareció ante la misma juez que le envió a prisión por el caso Astapa y dio su versión sobre la valoración a la baja de cinco terrenos municipales que fueron vendidos

Mismos protagonistas en diferente escenario. Ayer volvieron a verse las caras en sede judicial la primera instructora del caso Astapa, Isabel Conejo, y el ex alcalde de Estepona Antonio Barrientos. El primer encuentro entre ambos tuvo lugar en el juzgado de instrucción número 1 de la localidad en 2008 y después de él el ex regidor ingresó en prisión provisional. Ayer Barrientos volvía a declarar como imputado ante Conejo, pero en esta ocasión en el juzgado número 5, por unos hechos que nada tienen que ver con Astapa y que, según él mantiene, denunció hasta en tres ocasiones. Sucedieron cuando Rosa Díaz era alcaldesa, por aquel entonces, del PP.

El juzgado investiga la valoración a la baja de cinco parcelas municipales. Éstas fueron tasadas en 3,5 millones de euros por los liquidadores, entre los que se encuentran el ex tesorero municipal Félix Domínguez, aunque ese mismo día tres de las parcelas fueron revendidas por la empresa compradora en 3,8 millones a un tercero que las hipotecó en 6,4 millones de euros.

Tras pasar por sede judicial, Barrientos insistió en que la situación era "surrealista". Según explicó, su imputación "no la solicita el fiscal, sino el tesorero" al que se refirió como "el principal ejecutor de estas operaciones inmobiliarias que están bajo sospecha".

También apuntó al ex tesorero la que fuera alcaldesa en el momento en el que se realizó la venta de las parcelas, Rosa Díaz. Según explicó al salir del juzgado, en su declaración puso de manifiesto que "en ningún momento he nombrado ni cesado a los liquidadores que tenían la potestad de liquidar las sociedades y siempre con la confianza de que el liquidador era el tesorero municipal, un habilitado nacional, que por tanto velaría por los intereses municipales".

A modo de conclusión, Barrientos señaló que "el señor tesorero, en su defensa, pide la prescripción, yo no quiero la prescripción, quiero que se investigue hasta el final y que se esclarezcan todos los hechos y el que la haya hecho que la pague y si no hay nada pues nada. El que no tiene nada que ocultar no tiene nada que temer".

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