Los comerciantes de Rincón de la Victoria temen la llegada del fin de semana previo a la Navidad. De las fiestas, mejor no hablar todavía. La huelga de limpieza está empezando a preocupar al colectivo empresarial que ve con recelo como los contenedores comienzan a rebosar de basura y las calles se llenan de suciedad. Respetan el derecho de los trabajadores de la Empresa Mixta de Medio Ambiente (Emmsa)pero coinciden que no es la fecha idónea. "Después del otoño tal malo que hemos tenido, de lo difícil que será enero y febrero, nuestra única esperanza eran las ventas de Navidad que están empezando a peligrar", repitieron uno tras otro.

Temen que el deterioro de la ciudad impida a vecinos y visitantes a salir a realizar sus compras. Por ello, la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Rincón de la Victoria (Acerv) ha pedido a los propietarios de establecimientos que colaboren en la limpieza de las aceras, las fachadas y en la medida de lo posible, controlen sus basuras para mejorar la imagen de Rincón de la Victoria.

"Se avecinan unas fiestas en las que la gente sale a la calle, y de ello se nutre el comercio, tanto de servicios como de hostería", comentó el presidente del colectivo, José Antonio Villodres, quien cifró las pérdidas de estos tres días de huelga en un 20% de las habituales en esta época. "Muchas pequeñas y medianas empresas tenemos problemas para subsistir porque están poniendo en juego nuestros intereses económicos y los de nuestros trabajadores", remarcó Villodres.

En el mismo sentido se manifestó el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería del Municipio de Rincón de la Victoria (Aehmurv), Manuel Sánchez, para quien esta huelga no tiene sentido en estos momentos de crisis. "Estamos esperando la Navidad como agua de mayo porque sirve de repunte y nos encontramos con esto. Hay otras formas de reclamar que no deben afectar a los demás", criticó Sánchez.

No sólo no están ayudando a retirar las basuras, criticó el empresario, sino que "están entorpeciendo la labor de los servicios mínimos que tratan de adecentar las calles".

"Entiendo que los trabajadores no están para perder poder adquisitivo y que el Ayuntamiento está para arreglar la situación, pero los demás, los que pagamos, no estamos para aguantar tonterías que tienen solución. Rincón es un municipio turístico que no se puede permitir tener las calles así", manifestó Miguel, propietario de la cafetería Tamara quien al igual que Javier Montes del restaurante Arte Vida teme que su terraza en plena vía pública se quede vacía ante un panorama lleno de basuras y malos olores.