Las primeras castañas en el Valle del Genal están siendo ya recogidas, aunque la campaña ha comenzado más tarde de lo habitual por cuestiones climatológicas. En este sentido, según explicó, Mateo Rosado, presidente de la Cooperativa de Primer Grado San Antonio de Pujerra y de la Cooperativa de Segundo Grado Valle del Genal, "la etapa de floración ya se retrasó y ahora la recolección ha empezado dos semanas más tarde de lo habitual debido, fundamentalmente, a las lluvias caídas a mediados de septiembre, que propiciaron que los castaños adquirieran de nuevo jugo y verdor, favoreciendo el engorde del fruto y el retraso de la cosecha".

El responsable de la cooperativa Rosado indicó que se prevé que la campaña sea similar o algo superior en cuanto a volumen de kilos recolectados respecto a 2017, aunque "aún es pronto para determinar una cantidad aproximada". La calidad del fruto será excelente una temporada más, ya que su calibre medio será de 4 sobre 5.

Las castañas del Genal, también conocido como el bosque de cobre por el color cobrizo que toman sus castaños, irán a diferentes partes de España y a los países donde son exportadas, por ejemplo, Italia, Alemania, Francia o Inglaterra. Mientras que el 40% de castañas se vende en territorio nacional, el 60% tiene como punto de destino el extranjero.

Por último, el presidente de la cooperativa recordó que en el Valle del Genal son pocas las personas que viven exclusivamente de la castaña, ya que la inmensa mayoría de las propiedades son pequeñas explotaciones que sí aportan un importante impulso económico a las familias del entorno, lo que en cierto modo contribuye a fijar a la población en el territorio y a frenar la creciente despoblación que la comarca está padeciendo en las últimas décadas. En este punto, Rosado apuntó que todos los visitantes que acuden al Valle del Genal en estas fechas son "bien recibidos", personas que se desplazan para contemplar la riqueza paisajística y medioambiental del entorno, aunque "es muy importante que los visitantes se conciencien de que los castañares son propiedades privadas", por lo que "está terminantemente prohibido recolectar castañas sin permiso, aunque la mayoría de los terrenos no estén vallados", ya que "si se roban castañas, se les están usurpando ingresos a los agricultores que dedican todo un año de trabajo y esfuerzo para sacar adelante la producción", concluyó Rosado. Por ello, la Guardia Civil realiza vigilancias.