La Cueva de Nerja continúa con los trabajos de consolidación de su candidatura para ser declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, una labor que se desarrolla, fundamentalmente, desde el punto de vista científico en un trabajo “lento” en el que también se intenta implicar a la sociedad y las instituciones para que sean conscientes de la importancia de esta catalogación.

Este trabajo, según han indicado desde la Fundación Cueva de Nerja, se aborda “con seguridad y seriedad”. Así, desde el punto de vista de la investigación, se busca para presentar ante la Unesco lo que se denomina Valor Único Exclusivo (VUE), que en el caso de la Cueva de Nerja está vinculado especialmente al arte rupestre.

En concreto, se busca precisar la datación de ese arte prehistórico y comprobar si se encuentra entre los más antiguos del mundo, o incluso, el más antiguo del mundo. “Hay centenares de motivos, y entre los figurativos, destacan cabras, ciervos, caballos y motivos pisciformes”, han recordado. Pero existe un problema, se trata de pinturas con óxido de hierro que no permiten su datación con el método del carbono 14, por lo que se están empleando otras técnicas para poder obtenerla, han puntualizado.

Desde la Fundación han agregado que se trabaja, además, en erradicar del interior de la cueva “elementos nocivos y perniciosos para el monumento que se fueron acumulando porque no siempre ha sido tratada adecuadamente”, por ejemplo, cables antiguos.

Todo este trabajo lo hace el Instituto de Investigación de la Cueva de Nerja, que coordina el grupo de 115 investigadores nacionales e internacionales que forman parte del Proyecto General de Investigación Cueva de Nerja, autorizado por la Consejería andaluza de Cultura y financiado por la Fundación.