El "impulso político" era lo que faltaba en la Junta de Andalucía para llevar a cabo, o al menos iniciar, el proyecto de la ampliación del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) en Marbella, en la vega del río Guadaiza. Un proyecto que, si bien fue presentado en el programa electoral del Partido Socialista, ahora requiere estar "consensuado por todos los agentes", según afirmó el secretario general de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia.

Y es que, según Heredia, "Marbella ha de ser mimada", y una tecnópolis de estas características aportará un gran dinamismo a la zona: de extensión similar al PTA de Málaga, 196 hectáreas, aquí se podrían crear 14.000 empleos, y dar cobijo a otras 500 empresas. "En Andalucía existen once parques tecnológicos, con 1.000 empresas que dan empleo a 32.000 personas y facturan cerca de 4,3 millones de euros anuales", apuntó el también diputado, quien insistió en que "las grandes inversiones las realizan administraciones socialistas".

Es por esto que la portavoz del Grupo municipal Socialista en el pleno local, Susana Radío, pidió "un pacto por la tecnópolis del Guadaiza", para que no se convierta en "forma de confrontación política" como lo ha sido hasta ahora. No en vano, el Partido Popular creó una plataforma de Afectados del Valle del Guadaiza que aglutina a los propietarios de suelos en la zona, y que reclamaban un precio justo por sus suelos.

"Si hay voluntad política, se llega a un acuerdo", apuntó Heredia. Rafael García, del PSOE de San Pedro, apuntó que los dueños de terrenos "no van a perder dinero: lo haremos para que puedan ser partícipes de los beneficios del parque".

Pero hasta que no se apruebe el Plan General, no se puede empezar: actualmente los terrenos son suelo rústico, aunque en el nuevo Plan de Ordenación del Territorio es un área de oportunidad.

Desde el PP, el portavoz del Ejecutivo local recordó que el Ayuntamiento ha construido "infraestructuras que no le pertenecen". Félix Romero lamentó los "anuncios ostentosos como los cerca de 4.000 millones comprometidos a finales de 2007 por el entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, para la Costa del Sol o el tren litoral, que luego se desinflan y quedan en nada".