La creciente afluencia de visitantes al río Chíllar en época estival ha llevado a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Nerja a plantearse medidas para proteger este paraje natural. Cada año son más los excursionistas que se acercan para hacer esta ruta fluvial especialmente los fines de semana. Estas aglomeraciones preocupan a las administraciones implicadas bien sea por el daño que implica para el cauce o bien por los accidentes que cada verano se registran entre las personas que transitan por él.

El delegado del gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo mantuvo ayer una reunión con la alcaldesa, Rosa Arrabal (PSOE) para abordar medidas a tener en cuenta para mejorar la seguridad y accesos al río Chíllar y su entorno. Entre otras, el control de vehículos que circulan por el entorno. No obstante, de momento, no se ha contemplado la restricción de visitantes al paraje natural.

Como primera medida, se ha acordado que se realizará un plan de autoprotección de la zona, que contemple diferentes medidas de seguridad y de cara a evitar cualquier riesgo de incendio forestal en la misma. También se incrementará la información y señalización en la zona para evitar conductas de riesgo de los visitantes. Según los técnicos, muchos de los accidentes se podrían evitar siguiendo unas mínimas reglas de comportamiento. Este plan contempla además la posible evacuación en caso de que se produjese algún incendio en el paraje natural. Ambas administraciones han acordado seguir trabajando conjuntamente para mejorar todo lo relativo a este enclave natural de la provincia malagueña. En la reunión, también estuvieron el delegado de Medio Ambiente de la Junta, Adolfo Moreno, técnicos de su área, concejales del Ayuntamiento y representantes de Protección Civil, Guardia Civil y del Consorcio de Bomberos.

En septiembre del pasado año, el anterior equipo de gobierno del PP ya solicitó a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio que ordenase y regulase el número de personas que visitaban el río Chíllar "para así evitar que en las épocas estivales el río se convierta en una aglomeración de personas sin control" . La propuesta que pasó por el Pleno alertaba de que la zona está declarada "de alta probabilidad" de incendios forestales por la Agencia Española de Metereología. También recordaban el elevado número de intervenciones que habían realizado los servicios de emergencia "debido a la complejidad del lugar" y a la falta de preparación de algunas senderistas así como de la "poca conciencia medioambiental de algunos visitantes" que dejaban "un reguero de basura".