El Ayuntamiento de Marbella aprobó ayer en una sesión extraordinaria las normas urbanísticas que permiten adaptar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986, que entró en vigor después de que el Tribunal Supremo anulara a finales de 2015 el plan del año 2010. Además, con los votos en contra de los grupos de la oposición, también se han aprobado las líneas generales que marcarán el futuro planeamiento de la ciudad. "Los criterios y objetivos generales giran alrededor de cinco grandes ejes estratégicos: la sostenibilidad ambiental, económica y social, la articulación territorial, la excelencia urbana, la planificación turística y la capacidad innovadora", explicó la concejal de Ordenación del Territorio, Francisca Caracuel. "Estos ejes deben formar parte del avance del plan, pero desde luego lo que debemos eludir es partir del planeamiento preexistente. Tomar como modelo el planeamiento de 1986 es desde luego un error de base porque no hay nada más alejado de la Marbella del 2018", agregó.

En la misma línea se manifestó en relación a la aprobación de las normas urbanísticas. "Era vital esta aprobación porque no podemos funcionar con unas normas de hace más de treinta años", y destacó, entre otros avances, "el tratamiento que se da al régimen de fuera de ordenación, ya que hasta la fecha había muchas viviendas que no podían realizar ni una mínima obra salvo las de saneamiento y mantenimiento", comentó.

"Era vital esta aprobación, no podemos funcionar con normas de hace 30 años"Francisca CaracuelConcejal de Urbanismo

Por su parte, la concejal socialista Isabel Pérez criticó que "es un documento hecho a las prisas, sin ofrecer ninguna solución como punto de partida de Plan General, reproduciendo líneas marcadas por el plan estratégico que ya está aprobado". "Nada se habla ni de las viviendas ilegales e irregulares, ni qué es lo que vais a aportar a los ciudadanos para el estado de sus viviendas ahora", indicó, y añadió que "en este documento no hay ni un solo gesto con San Pedro".

El edil de Izquierda Unida Miguel Díaz hizo alusión a "la falta de participación ciudadana como uno de los primeros errores del documento" y aseguró que "no se ha consultado a nadie, no se ha generado un debate público para crear la futura ciudad de Marbella entre todos y todas".

Por su parte, Victoria Mendiola, concejal de Costa del Sol Sí Puede, tachó el Pleno de "paripé". "No entendemos la urgencia de esta convocatoria de pleno que se ha hecho con gran premura, como casi todo lo que se va haciendo en urbanismo y sin hacer los debreres. Se trata de temas que bien podrían haberse llevado al pleno ordinario del día 25", apuntó.Por otro lado, el Pleno también aprobó de forma inicial la ordenanza que regulará la Redacción y Tramitación de los Proyectos de Urbanización y Recepción de las Obras de Urbanización. El objetivo de esta normativa, según indicó la responsable municipal, "es la de agilizar y simplificar los trámites de este tipo de proyectos con medidas tan destacadas como la eliminación de la aprobación provisional o la reducción de un mes a 20 días la exposición pública".

Por último, se dio cuenta de la tramitación del expediente para la modificación de elementos del Plan General en la zona de las Dunas Golf. "Estamos ante uno de los asuntos más importantes desde el punto de vista urbanístico que se encuentran ahora mismo en tramitación y que consiste en la modificación puntual de elementos sobre una parcela de 162.000 metros cuadrados para una mejor ordenación del frente litoral y para facilitar la implantación de una actuación de máximo nivel turístico", señaló en referencia a la construcción del hotel W Marbella. Además, indicó que "esta actuación también posibilitará una mejora importante de la red viaria de la zona oriental de la A7 y conllevará un incremento considerable de la superficie de sistemas generales en áreas libres".