La Secretaría de Estado de Medio Ambiente considera que el proyecto de estabilización de la playa de Ferrara auspiciado por el Ayuntamiento de Torrox, la Diputación Provincial y el Gobierno central, no va "a producir impactos adversos significativos". El documento de evaluación de impacto ambiental advierte de una serie de modificaciones del proyecto -ya establecidas por los promotores- que contemplan acciones para evitar alteraciones en el medio marino y en la flora terrestre.

Entre otros, un estudio de la afección sobre los recursos marineros ya que la Federación Andaluza de Pescadores de Andalucía alertó sobre la presencia de un caladero de coquinas. Además se debe incluir un calendario de ejecución de obras que elimine posibles daños en las especies de corruco y conchas finas. El documento también contempla un control y seguimiento en caso de prever afecciones residuales.

El estudio de evaluación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente también recomienda que "las obras se lleven a cabo en épocas de menor afluencia o si bien, se realizará la construcción es fases". De igual manera, prevé un programa de vigilancia ambiental que contempla medidas de protección contra el polvo, control de ruidos y las aguas marinas, de la biosfera marina y vigilancia del patrimonio cultural. De hecho, la consejería de Cultura ya solicitó medidas para la protección del Conjunto del Faro de Torrox declarada de Bien dada la proximidad con las obras del espigón.

La actuación de las obras de protección de la playa frente a los temporales supondrá la construcción de una escollera de 115 metros de longitud y una anchura en coronación de ocho metros. La cota se ha situado a más de 1,5 metros y el morro del espigón a una profundidad de tres metros. El objeto de estas obras son conseguir cierto grado de estabilidad en la playa.