Mijas contará con tres inspectores que se sumarán al equipo que realizará las inspecciones del servicio de burros taxi, competencia que hasta ahora asumía exclusivamente la Policía Local y que, debido a la multitud de funciones de los agentes se realizaban de manera puntual, por lo que a partir de ahora se realizarán directamente desde el área de Vía Pública, tal y como se recoge en la nueva ordenanza reguladora de este servicio.

“Entendemos que era necesario implicar a más departamentos en torno al servicio y de alguna manera incidir en algunas cuestiones específicas, por eso hemos decidido incorporar al cuerpo de Vía Pública a esta labor”, declaró el concejal del área, Nicolás Cruz.

Precisamente, este martes los tres inspectores que han sido designados para realizar estas funciones asistieron a una jornada de formación impartida por el Refugio del Burrito en el que se abordaron cuestiones básicas relacionadas con los cuidadnos necesarios de los burros, “sus necesidades, problemas de salud, aspectos a tener en cuenta durante las inspecciones, controles de cascos, arneses, entre otras. Si se mejoran todas estas cuestiones y se identifican los problemas antes de que sean graves se mejora la salud del burro y también van a trabajar mejor”, manifestó la responsable de Bienestar Animal del Refugio del Burrito, Nicky Cohen.

Por su parte, uno de los tres inspectores asistentes al curso, Juan Antonio Tamayo, indicó que “contamos con formación para realizar los controles, ya que anteriormente el departamento los realizaba”. Entre algunos de los principales aspectos, destacó que “la higiene en las cuadras es muy importante, al igual que el de las camas de los animales, y las paradas deben estar en óptimas condiciones, hay que mirarlas todas muy bien. No obstante, la colaboración siempre ha sido muy buena con los arrieros”.

El Ayuntamiento de Mijas publicó recientemente el borrador de la modificación de la ordenanza reguladora del servicio de burro taxi, que espera entrar en vigor a principios del próximo año. Entre los principales cambios destaca la limitación del peso máximo para ir a lomos del animal en 80 kilos, de forma que los clientes que superen este peso deberán hacerlo en el carro.

También se intensificarán los controles veterinarios e incluso la ordenanza recoge aspectos relacionados con la indumentaria de los conductores y de los cocheros.