Provincia

Oportunidad de negocio

  • Los mantecados como salida laboral

La Navidad representa una de las mejores fechas para hacer negocio de las empresas, aunque, en este caso, ha sido un desempleado con tres años en el paro el que ha visto su oportunidad de volver al mundo laboral aunque fuera solo por unos meses. Francisco Díaz, un rondeño afincado en Antequera, vio hace unos meses en los mantecados artesanales de la ciudad del Torcal su oportunidad de conseguir unos ingresos extra para su familia y decidió emprender el camino para tratar de abrir una tienda con los tradicionales dulces en su ciudad natal. "Hace unos meses volví a Antequera tras visitar a mis padres en Ronda y ya estaban los mantecados puestos en una panadería que hay cerca de mi casa, entonces se me ocurrió la idea", explica Francisco.

Lo primero era contar con el beneplácito de su padre para que le cediese un local que tienen junto a solar que hace unos años ocupa el antiguo cuartel de la Concepción, algo que logró sin problemas. Conseguido el elemento esencial del proyecto, tocaba encontrar la materia prima para llevar los tradicionales dulces antequeranos a la ciudad del Tajo, habitualmente dominada por mantecados de otra procedencia. Fue entonces cuando inició un periplo por las distintas fábricas de mantecados antequeranas hasta que encontró en una de ellas las condiciones de precios que consideraba necesaria para poder tener un pequeño margen de beneficio. Tras pensarlo y hablarlo con su mujer, María Jesús Notario, ambos decidieron invertir unos 1.000 euros que tenían guardados en el primer pedido para la tienda. Francisco reconoce ahora el riesgo corrido, dado que la ayuda por minusvalía que tenía concedida se le termina en diciembre y su mujer también se había quedado parada. No obstante, ahora respira tranquilo, una vez que su pequeño rincón dulce, en modalidad antequerana, ha tenido una gran acogida entre sus paisanos y ya ha podido recuperar la inversión inicial y comenzar a ganar algo de dinero. "Lo único que quiero es lograr un poco de dinero para pagar las cuatro facturas de la casa y tener para poner un plato de potaje", explica. La demanda ha sido importante y ya ha tenido que volver a Antequera en varias ocasiones para reponer mercancía, mientras por la puerta de la tienda se mantiene un goteo de clientes que buscan estos mantecados, que tienen un importante reconocimiento por su calidad.

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