Los pitufos tienen las horas contadas en Júzcar si en el último momento no llega un acuerdo entre los propietarios de los derechos de los conocidos personajes azules y el Consistorio de este municipio. Las negociaciones se rompieron entre ambas partes, según afirmó la diputada de Medio Ambiente, Marina Bravo, a causa del malestar que habían ocasionado unas declaraciones realizadas por el ex alcalde del municipio, David Fernández.

Ahora, con la Diputación de Málaga como mediadora y con la multinacional Sony a favor de que los pitufos sigan en Júzcar, se gastan las últimas opciones para que los conocidos personales no tengan que dejar mañana las calles de la localidad de forma definitiva.

Mañana estos personajes tendrán que desaparecer, si no se alcanza una solución

Los negocios que han crecido a la sombra del aumento de turistas que trajo la declaración de Pueblo Pitufo contienen la respiración a la espera de una solución, que, de conseguirse, haría que Júzcar se convirtiera en un auténticoPueblo Pitufo, ya que pasaría a contar solo con productos oficiales e imágenes realizadas en las paredes por un pintor autorizado por IMPS, gestora de los derechos.

Los diseños ya están realizados para ser plasmados en las fachadas y se incorporarían nuevas atracciones para el disfrute de los visitantes, como un parque de aventuras y una zona de actividades, para lo que se cuenta con un proyecto aprobado por la Diputación de Málaga que supondría una inversión de 300.000 euros. A ello se unirían las estatuas gigantes de varios de estos personajes que posee el municipio, como Papa Pitufo o Pitufina, por lo que se considera que el atractivo del municipio aumentaría de forma notable al ampliar la oferta de entretenimiento que existe.

Mientras tanto, en el cobro de royalties por la utilización de la imagen de los pitufos para obtener un beneficio, algo recogido por la legislación y que en este caso sería de un 12%, se encuentra el origen del conflicto. No obstante, fuentes conocedoras de lo ocurrido aseguran que había un acuerdo para pagar este porcentaje de los beneficios que se obtienen por la venta de productos o la organización de actividades.

Estas mismas fuentes explicaron que el malestar de los propietarios de los derechos venía ocasionado porque se les hubiese presentado como los malos en esta historia, como si estuviesen tratando de imponer una especie de impuesto revolucionario a la localidad, cuando consideran que solo se trata de aplicar la legislación existente para este tipo de relaciones comerciales en las que se utilizan unos personajes que tienen unos derechos para obtener un beneficio económico particular.

Por su parte, el ex alcalde negó en varias declaraciones ser el responsable de la situación que se ha producido sobre este tema, llegando a advertir que podría denunciar tanto a la diputada Marina Bravo como al actual regidor.

Ajenos a la polémica, los turistas han seguido llegando durante el verano a Júzcar y pequeños y mayores no han perdido la oportunidad de fotografiarse junto a sus queridos personajes. Eso sí, solo ante las estatuas oficiales, ya que el Consistorio borró de las paredes todas las imágenes de pitufos que no estaban autorizadas.

"¿Dónde está la Pitufina?", preguntaba una de las turistas que podría convertirse en una de las última que visita Júzcar siendo todavía de forma oficial el único pueblo reconocido como Pitufo.

En poco menos de 48 horas se podrá saber si el idilio de Júzcar con los personajes azules tiene un trágico final, aunque desde el Consistorio anunciaron que la localidad seguirá pintada de azul y que se espera que la Diputación siga adelante con su proyecto.