El Ayuntamiento de Benalmádena repetirá mañana martes una prueba de nado a las 11:30 horas en la playa Malapesquera que forma parte del proceso selectivo para la provisión de 6 plazas en propiedad de Bomberos, y que se hace debido a las “condiciones cambiantes del mar” durante el transcurso del ejercicio en febrero, lo que ha generado malestar en algunos de los opositores que han superado esta parte del concurso.

Así, el presidente del tribunal calificador, David Bañasco, ha detallado que la prueba de nado se celebró el pasado 11 de febrero, un día en el que había “ciertas garantías de que el mar estuviese en las condiciones adecuadas”, y en la que se aplicó un “protocolo Covid-19” que marcaba que los 37 aspirantes “debían de salir de uno en uno con la diferencia de un minuto para evitar concentraciones y que las distancias de contacto fuesen bastante amplias”.

Según ha explicado, el desarrollo del ejercicio en mar abierto duró “50 minutos” y “los 37 aspirantes salieron en 37 minutos distintos”, por lo que para la realización de la prueba de mañana se harán “dos grupos distanciados en la línea de salida” para que “todos salgan a la vez para”, de forma que “las condiciones van a ser las mismas para todos en el mismo momento”.

Bañasco ha señalado que tras publicarse el “listado de aptos y no aptos” de la prueba de febrero, se abrió “un plazo legal de alegaciones” en el que “de los 26 que no superaron la prueba, 24 las presentan en tiempo y forma” alegando todos como “elemento en común” que “el estado del mar fue cambiante durante la prueba”, y que por lo tanto, “no se daban las garantías de igualdad para todos los aspirantes”.

Por ello, ha asegurado que “el tribunal solicitó a Puertos del Estado las gráficas de la boya” para conocer “los datos reales del estado del mar” en esa franja horaria, precisando que “no hubo unos cambios muy significativos” y “no hubo metros de ola ni una velocidad de viento que generase un arrastre de las personas en el agua, pero sí que las condiciones del mar fueron cambiantes durante la ejecución de la prueba”.

En este sentido, ha apuntado que había “una altura de ola con una diferencia de entre 10 y 30 centímetros”, lo que “podría impedir la visión y el avance en el nado”, así como se registró “un cambio en la dirección del viento de sur a este muy leve” y a la vez en la “del oleaje”. Por lo tanto, ha valorado que “las circunstancias del escenario en el que se desarrolla la prueba fueron cambiantes”, por lo que “no podemos aseverar que todos la hayan hecho en las mismas condiciones de igualdad”.

Por su parte, algunos de los opositores que han superado la prueba han expresado a este periódico su malestar por la repetición de la misma, lamentando que el tribunal la va a repetir “sin la más mínima justificación” de cuáles fueron los hechos que provocaron esa “supuesta desigualdad” y “sin aportar información alguna” sobre las circunstancias” que la han motivado.

Por otro lado, han criticado que al proponer una prueba de estas características, el Ayuntamiento debe ser “conocedor de que las circunstancias en el mar no son milimétricamente iguales”, algo que “deben tener previsto” en el tiempo establecido para el desarrollo del ejercicio en las bases de la convocatoria.

También señalan que si lo que se pretende es una “absoluta igualdad de condiciones”, la prueba debería de haberse realizado en una “piscina”.