Provincia

Taxímetros a la espera

  • Los taxistas llevan 8 meses con el sistema exigido instalado y sin poder usarlo por un trámite municipal

Mientras los taxistas de la provincia malagueña y de toda Andalucía se adaptan a los nuevos tiempos, los rondeños siguen anclados en el pasado. Eso, al menos, es lo que ellos mismos denuncian, al llevar ocho meses esperando a que desde el Ayuntamiento se aprueben las tarifas por la utilización de este servicio, algo que les impide utilizar sus taxímetros.

Precisamente, la entrada en vigor en febrero de 2012 de una nueva normativa andaluza obliga a los taxis de los municipios de más de 10.000 habitantes a trabajar con estos contadores. La Junta de Andalucía otorgó al sector un periodo de dos años para poder adaptarse a los cambios, por lo que los vehículos rondeños llevan ya casi un año fuera de plazo.

Sin embargo, los taxímetros sí fueron instalados, con un gasto medio de alrededor de 1.000 euros para cada uno de los 19 taxistas que operan en la ciudad, aunque desde entonces están en desuso, sufriendo el lógico deterioro producido por el paso del tiempo y con el periodo de garantía consumiéndose. "Cuando empecemos a usarlos y tengamos una avería, ¿quién nos va a pagar la reparación?", se preguntaba otro de los conductores.

Por si fuera poco, tampoco han percibido una subvención de 6.000 euros que la Diputación de Málaga les tenía reservada para poder acometer esta modernización.

De momento, siguen cobrando a sus pasajeros unas tarifas que se remontan a marzo de 2012, y sin haber sido revisadas desde entonces, lo que creen que les perjudica en su negocio.

Estos precios se basan en un sistema por zonas, por la cual los clientes pagan un precio fijo según el punto de la ciudad al que se dirijan y el número de barriadas que atraviesen, independientemente de la distancia recorrida y el tiempo empleado.

Algo que levanta las suspicacias de muchos de ellos, especialmente en los de procedencia extranjera. "Más de una vez alguien me ha pedido que parara y se ha bajado al ver que no utilizo el taxímetro, porque creen que estoy intentando engañarle", explica uno de los taxistas.

Para poder poner en marcha el nuevo sistema de cobro, el Pleno municipal debe aprobar las tarifas, algo que de momento no se ha producido. "Cada vez que hablamos con el Ayuntamiento nos dicen que enseguida lo van a pasar por Pleno, pero luego nunca lo hacen", señala Esteban Becerra, el presidente de los taxistas.

El delegado municipal de Tráfico, Antonio Arenas, afirmó a este periódico que el retraso en la aprobación de las tarifas se debe a que la nueva secretaria del Consistorio solicitó un nuevo informe para comprobar si la propuesta realizada por los taxistas se ajustaba a lo recogido en la normativa y a las existentes en otros municipios.

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