El Ayuntamiento de Torremolinos destinará los 7,7 millones de euros de superávit del ejercicio de 2018 al pago de la deuda heredada con la Seguridad Social. Así lo anunció ayer la concejal de Hacienda, Maribel Tocón, durante la presentación del resultado de la liquidación del año anterior, cuyo remanente positivo debe ser destinado obligatoriamente por ley al pago de la misma, según indicó. Una deuda que actualmente se sitúa en 141,1 millones de euros frente a los 197 millones acumulados en 2015, por lo que en cuatro años se ha reducido la deuda municipal en 56 millones de euros, “lo que supone que durante la pasada legislatura se han amortizado 14 millones de euros por año”. “Para que se hagan una idea del esfuerzo que estamos haciendo, se está amortizando una media de más de un millón de euros al mes durante los últimos cuatro años”, puntualizó la edil.

Desde el año 2015 se han amortizado 56 millones de la deuda con la Seguridad Social

De esta deuda, continuó, aproximadamente la mitad sigue pendiente de consignación presupuestaria y, por tanto, “recogida en la cuenta de acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto”.

En cuanto a la deuda viva, es decir, la deuda que el Ayuntamiento mantiene con los bancos, esta se sitúa en un 46,2 por ciento, más de un punto por debajo del año pasado. “La evolución ha sido favorable, aunque cuando se tiene en cuenta ambas deudas nos situamos en un porcentaje de 104,4 por ciento, una cifra comprometida por lo cercana al 110 máximo que está permitido y por eso controlar la deuda es uno de los objetivos que me marco como concejala para que podamos estar en esa situación de estabilidad presupuestaria”, manifestó Tocón.

A pesar de estas cifras, la edil aseguró que la situación de las arcas públicas del Ayuntamiento atiende a la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que contempla la reducción de deuda pública y la consecución de reglas fiscales (equilibrio o superávit estructural, límite de deuda y regla de gasto). En este sentido, relató que desde 2017 se viene trabajando en un presupuesto de caja, elaborado en función de los ingresos reales para no gastar más de lo que se ingresa. “Es cierto que todos los indicadores siguen marcando una leve recuperación y, por tanto, se consolida la tendencia al alza que ya marcó la liquidación de 2017, así como a nivel de tesorería también se están poniendo en marcha medidas para una mayor eficacia en la recaudación con el fin de mejorar la liquidez para poder cumplir con el pago del día a día a nuestros proveedores”, comentó.

Por recordar los datos del ejercicio anterior, el presupuesto liquidado del año 2017 devengó un superávit de 14,8 millones de euros, casi el doble. Entre otras circunstancias, esto se debe a que solo se ejecutó menos de la mitad de lo presupuestado, ya que entró en vigor en el mes de agosto. “Lo importante es que se puede ver ya como paso a paso hemos vuelto a la senda de la estabilidad presupuestaria aunque debo aclarar que igual que en el anterior ejercicio por ley este remanente presupuestario positivo tuvo que ser destinado obligatoriamente a reconocer deuda, en este caso voy a proponer al pleno de septiembre que este sea destinado prácticamente en su totalidad a reconocer la deuda con la Seguridad Social”, aseguró.